«La elegancia es algo innato, como la belleza»

Han sabido plasmar el alma de Andalucía, concebida como un cruce de caminos entre la cultura cristiana, árabe y judía, para darle un toque de modernidad. Con esta esencia, el cordobés José Víctor Rodríguez Caro y el sevillano José Luis Medina del Corral, unidos en la firma Victorio & Lucchino, han traspasado fronteras en la moda. Su tarea se vio recompensada institucionalmente con la concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2003. Con una trayectoria consolidada, la pareja vuelve a la 43 edición de la Pasarela Cibeles, tras cuatro temporadas en que decidieron presentar sus tendencias en el salón Gaudí de Barcelona.

-¿Qué novedades presentarán en Cibeles?

-Llevaremos una colección de hombre y mujer en la misma pasarela, inspirada en los años noventa, con toques dieciochescos, mezcla de étnico y moderno, y tejidos de toda la vida.

-¿Por qué tanto tiempo sin presencia en Cibeles?

-Nosotros fuimos pioneros en la Pasarela Cibeles; nos quedamos solos cuando se fueron los disidentes y no le preguntáis tanto a ellos. Sólo hemos faltado cuatro ediciones y parece que hemos hecho algo malo. La razón es que existían dos opciones de pasarela en España, Gaudí y Cibeles, y quisimos cambiar por cuestiones de comercio. Ahora volvemos a Madrid encantados porque es donde más a gusto estamos.

-¿Cómo ha sido la experiencia en Gaudí?

-Muy agradable, nos acogieron fenomenal mientras existía la organización de Gaudí, que ahora ha cambiado. Barcelona se ha caracterizado por su amor y dedicación a la moda, y nosotros seguiremos presentando allí nuestra colección de novias. Pero ha cambiado de concepto y, por otro lado, Madrid se abre a un proyecto más ambicioso bajo la denominación de Madrid Internacional Fashion Week.

-Llevan cerca de treinta años en la moda ¿Cómo ha evolucionado el sector en España?

-Hemos conseguido un nivel muy digno y estamos compitiendo con las pasarelas de fuera en algunos aspectos. Para nosotros ha sido un honor ser portada de Colezzioni y eso significa que la prensa extranjera está dando un reconocimiento a los diseñadores españoles. Ahora hay mucha más profesionalidad, existe una imagen de la moda de España y se van creando licencias.

-Ustedes se han industrializado en este tiempo. Tanto hacen ropa de mujer o de hombre.

-Tenemos 29 líneas: gafas, marroquinería, niños, zapatos, hogar, proyectos de decoración.... La moda sin industria no es nada. ¿De qué sirve hacer moda si luego tus productos no se venden?. Lo importante es hacer empresa en tu país y después abrir fronteras.

-¿Qué le falta a la moda aquí?

-Echamos en falta mayor apoyo de la prensa especializada, que nos dieran sitio porque dominan los nombres extranjeros. Francia e Italia apoyan mucho sus productos, pero aquí no, cuando nosotros somos tendencia avanzada, punto de inspiración.

De feria

-¿El volante y la bata de cola son eternos?

-El volante de bata de cola es para ir a la feria. A un diseñador le puede inspirar pero nosotros no somos volante de bata de cola. Pero así es España, después de nuestro frenético esfuerzo, de haber hecho un volante que no se había inventado hasta ahora -está patentado, es lo único que se ha admitido después del corte al bies-, nos quedamos con esa pandereta del volante y la bata de cola.

-¿Es elegante la mujer española?

-Bastante elegante con respecto a otros países.

-¿Y es cara la elegancia?

-No debería serlo. La elegancia es algo innato con lo que se nace, lo mismo que la belleza, la inteligencia o un buen cuerpo. Son dones. Después, al estilo, al ir bien vestido, a eso sí contribuye el dinero, pero ser elegante no significa tener mucho dinero y vestir bien.

-La moda es cara...

-¿Y qué no es caro?. La pintura también es cara.

-¿Existe ahora una tiranía de la moda?

-Ya no. La moda es un reflejo fantástico de la sociedad, una radiografía de ella.