Cádiz C.F.

¿Quién dijo miedo?

El Cádiz, que llega al Bernabéu con mucho que ganar y poco que perder, se las verá con un Real Madrid que vive su mejor momento de la temporada

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¿Quién dijo miedo? Respeto el máximo que se merece el club más laureado del mundo. Pero en el fútbol el temor atenaza las piernas, nubla el cerebro y equivale a una derrota sin paliativos. Deberían ponerlo en los vestuarios como lo ponen en las cajetillas de tabacos.

Está claro que el Bernabéu impone, y mucho más a un bloque recién ascendido con piezas provenientes de Segunda B, pero el Cádiz ha de sobreponerse a ese miedo escénico del que hablaba Valdano. Esa lucha psicológica es la primera a la que tendrá que hacer frente el equipo amarillo.

Sin presión

Esta noche habrá una lucha desigual entre el rico y el pobre, David y Goliat. Sólo con lo que cobra Zidane se podría pagar a todos los empleados del club cadista, y en el fútbol el dinero no lo es todo pero casi. No obstante, los amarillos quieren encontrar algún flanco en un conjunto tan potente como vulnerable, que ya se ha dejado 14 puntos en casa. Y los gaditanos cuentan con una pequeña ventaja sobre los merengues. Tras sus dos últimas victorias ligueras, han salido de los puestos de descenso y se han desprendido de la presión de jugar con fuego. Llegan a Chamartín con la idea de que tienen poco que perder y mucho que ganar (el Cádiz nunca ha vencido en el estadio blanco). Y es que, paradójicamente después de mirar la clasificación, el conjunto de López Caro es quien necesita los tres puntos más que nadie, si no quiere dar el último adiós a la competición. Un nuevo tropiezo en casa y la probable victoria del Barça ante el colista Alavés lo dejaría totalmente descolgado.

Por eso, el Madrid saltará al campo con esa ansiedad intentando resolver por la vía rápida. Eso sí, de inicio tendrá el respaldo de una afición que lo ha perdonado tras los últimos tres triunfos consecutivos. Pero el Bernabéu es de memoria frágil (si no todavía estaría aplaudiendo las nueve Copas de Europa), vive del momento y si los galácticos no son capaces de marcar pronto irrumpirán los nervios y los primeros silbidos.

Aguantar al principio

Aquí llega la segunda batalla. Los amarillos tendrán que aguantar las embestidas iniciales de un equipo que sale a morder desde el pitido inicial y que en el minuto uno comienza a fraguar sus victorias. Llegar al descanso con las tablas en el luminoso duplicará las posibilidades de los gaditanos.

El problema es evidente. Amarrar al Real Madrid no es tarea fácil, ni hay ningún manual reglamentario que asegure el éxito. La orden del técnico cadista es clara: la mejor manera de maniatar a los blancos es quitándole la pelota e impidiendo la circulación el centro del campo. Así, el balón no llega a los cracks, a los inventores, el verdadero potencial de este equipo tan individualista. En Carranza en la primera vuelta se consiguió. Todo salió a las mil maravillas pero aún así se perdió, lo que es un buen motivo para desmoralizarse.

Quizás el Cádiz pecó ese día de inocencia y falta de definición. Pero ahora ha ganado mucho de cara a puerta. Está en un momento dulce, las nuevas piezas parecen encajar a la perfección. Armando vuelve a estar sublime en la portería y la línea defensiva está entre las mejores de Primera División (ha encajado los mismos goles que el Madrid). Espárrago apostará por un eje de la zaga muy veterano con De Quintana y Berizzo, que tendrá que domar a la Bestia. Varela y Raúl López, ambos en un buen momento, ocuparán los laterales.

Vuelve el mejor once

El centro del campo ha logrado el equilibrio perfecto entre la destrucción (Bezares) y la circulación (Benjamín), a la espera de que Morán coja su mejor forma. Y arriba comienzan a llegar los goles. Enrique y Sesma volverán a fajarse en las alas y el revolucionario Estoyanoff tendría su oportunidad en la segunda parte. Mirosavljevic practica el fútbol sencillo y acertado aunque ya le sopla en el cogote Lucas Lobos, que maravilla con su juego vertiginoso. Y arriba Medina, o lo que es lo mismo, el gol. Indiscutible. El Cacique llega a territorio vikingo, anticomanches, pero el uruguayo se crece ante las grandes citas.

Es el once que está en mejor forma y que ha logrado los dos últimos triunfos y ha realizado un juego solvente y efectivo. El Cádiz llega en su mejor momento pero chocará de bruces con el mejor Madrid de la temporada, que ha alcanzado un buen nivel de la mano del lebrijano López Caro. Eso complica aún más las cosas, pues en estos duelo de rachas normalmente vence el favorito, el superior. Robinho comienza a funcionar, Zidane reverdece viejos laureles y la defensa recupera el equilibrio, todo orquestado por la mano de un inconmensurable Guti. Por eso, ganar hoy en el Bernabéu es lo más cercano posible a que al Cádiz le toque el Gordo. Y no hablamos de Cassano.