Álvaro Ybarra Pacheco, Director de ABC de Sevilla

La hora crítica

Ni con Podemos ni con el PP tiene remedio la crisis interna del PSOE, que se ha ido cerrando todas las puertas para encontrar una salida razonable a la formación del gobierno

Álvaro Ybarra Pacheco, Director de ABC de Sevilla
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LA rueda de prensa de Pablo Iglesias tras su encuentro con el Rey encendió todas las alarmas. En un tono chulesco y amenazante el líder populista anunció que se quedaba con medio gobierno y, tras despreciarlo, perdonó la vida a Sánchez ofreciéndole la futura presidencia del disparatado Ejecutivo que incluía hasta un Ministerio de las Plurinacionalidades. La falta de reacción del candidato socialista, quien, tras ser humillado, insistió en que los españoles no perdonarían que PSOE y Podemos no se pusieran de acuerdo, no contribuyó a rebajar el nivel de alarma. Fue entonces cuando Rajoy decidió no presentarse a la investidura, única salida que le quedaba para retrasar o impedir una coalición de la izquierda con los independentistas que sería letal para los intereses de España.

Ahora todos miran a los barones socialistas. En el PSOE los dirigentes de más peso, entre los que se encuentra Susana Díaz, están más que preocupados ante la posibilidad de un pacto de Sánchez con Podemos y los independentistas. Como sostenía ayer el abogado José Félix Pérez Orive en la Tercera de ABC la pretensión del secretario general del PSOE de gobernar con 90 diputados es irracional: «Habría gobierno pero no gobernabilidad, con lo que su duración sería exigua». Eso lo saben perfectamente los barones socialistas, así como las consecuencias negativas que un acuerdo de esta índole tendría en el futuro para el partido. El problema es que entre las líneas rojas que le pintaron a Pedro Sánchez en el comité federal está la negativa a alcanzar pacto alguno con el PP. Ni con Podemos ni con el PP tiene remedio por tanto la crisis interna del PSOE, que se ha ido cerrando todas las puertas para encontrar una salida razonable a la formación del gobierno.

En estas circunstancias o se permite al PP gobernar en minoría con el apoyo de Ciudadanos y el PSOE liderando la oposición, única vía que permitiría a los socialistas no ser fagocitados por la izquierda radical, o se fuerza la repetición de las elecciones. En el último caso nadie garantiza que los resultados, como hoy recoge la encuesta de GAD3 para ABC, difieran mucho de los del 20-D. O sea, que los socialistas tendrán que hilar muy fino, a sabiendas que una coalición radical de izquierdas con los independentistas haría a España ingobernable y pondría en peligro no sólo su recuperación económica sino su propia unidad territorial. De Iglesias y los independentistas, que son el paradigma de la deslealtad permanente, ya saben qué puede esperarse. Confiemos en que el sentido del Estado de los dirigentes de las fuerzas mayoritarias prevalezca sobre las ambiciones personales.

@aybarrapacheco

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