'Staycation' forzosas

Nosotros somos afortunados de tener kilómetros de playa a lo largo de la provincia, además del tranvía y el cercanías gratis de momento, pero los de secano lo van a tener más chungo

Patricia Gallardo

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En mi columna del verano pasado 'Naturalizando la pobreza' mencioné la propuesta vacacional conocida como «staycation» que consiste en pasar tus días de descanso cerca de casa y disfrutar de las opciones y actividades que ofrece tu entorno más cercano, tales como museos, conciertos, spas o restaurantes nuevos, incluso comercios por los que pasamos a diario cuando vamos a trabajar, pero que no se tenemos tiempo de entrar porque están cerrados cuando salimos de currar. Incluso se disfruta de cosas, calles y rincones de nuestro barrio que no sabíamos que existían. Esta tendencia no es nueva, ya que se popularizó en Reino Unido allá por 2008 cuando sufrieron una crisis financiera y tuvieron que reducir los viajes al extranjero a los que tan acostumbrados solían estar, teniendo que reinventar sus momentos de ocio. Quedando esta opción como parte de tantas ofertas vacacionales de las que ya existían.

Más tarde, con la pandemia la 'staycation' volvió a tener protagonismo debido a las restricciones de movilidad que sufríamos en aquél momento y el miedo al contagio en los transportes públicos (ese miedo cerval al contagio en el bus siempre me llamó la atención, porque el miedo al contagio en el bar no era tan popular) hicieron que nos quedáramos por 'casita'. Así que nos encontramos con una opción de ocio económica; no hay que pagar hotel, ni avión o gasofa; sostenible por eso mismo se reduce la huella ecológica y se promueve el comercio local y cómoda; no se tienen que hacer maletas, no hay que comerse la cabeza o el sueldo en organizar el viaje, ni enfrentarse a retrasos y otras vicisitudes típicas del viajero, por lo que hasta aquí todo perfecto. El problema viene cuando esta oferta de vacaciones no la eliges por voluntad propia, sino impuesta por las circunstancias actuales de la inflación, es decir no tiene más coj… que quedarte por 'casita' porque no tienes ni un 'lero', se cobra igual (los más afortunados) o incluso se cobra menos, (los menos afortunados) pero se paga más, una barbaridad más por cierto, por lo que familias enteras tienen que hacer encajes de bolillos para al menos disfrutar de una escapada de unos tres días, y ya me diréis cómo se puede ir uno a Punta Cana en tres días. Y conseguir los tres días con un poco de suerte, porque algunos ni eso, de hecho más del 60% de la gente que solía ir a restaurantes o de tapeo los fines de semana ha dejado de hacerlo, incluso hay personas que se piensan hasta tomarse la caña, ya no en el gastrobar tres estrellas Michelin, si no en el bar de la esquina de toda la vida, porque ni para ese capricho tienen.

Al final estas 'staycation' forzosas van a estar acordes con el nuevo modelo urbanístico de las ciudades de los quince minutos de las que ya hablé, porque al final solo nos vamos a poder ir de vacaciones a la vuelta de la esquina. Y nosotros aún somos afortunados de tener kilómetros de playa a lo largo de la provincia, además del tranvía y el cercanías gratis de momento, pero los de secano lo van a tener más chungo, porque de momento no hay restricciones de agua (se nota que estamos en pre-campaña electoral) y podrán disfrutar de la piscina municipales y parque acuáticos, pero todo se andará…queda mucho verano por delante para cortar los grifos, tanto de agua, como de 'money'. Así que me veo a muchos vecinos comprando una piscinita 'toy' y una espuerta de goma para echar hielo y poner cervecitas de marca blanca para disfrutar con deleite de sus 'staycation' forzosas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación