Que vuelvan las playas

El inicio de los trabajos anunciados en unos días deben llevar las orillas a su estado habitual

La Voz de Cádiz

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La temporada media de playas, con las vacaciones escolares a la vuelta de tres semanas, comienza el viernes con un problema inesperado en las orillas gaditanas. Sus tramos más populares y buscados, los más queridos, desde Sanlúcar hasta Tarifa, con grave incidencia en La Caleta, Santa María del Mar o la Victoria están rotos. Los daños causados por una de las peores series de temporales que se recuerdan (especialmente los de marzo) han provocado auténticos destrozos en forma de pérdidas de arena, eliminación de mobiliario y equipamientos o rotura de tramos de muralla.

Su reparación urgente, que ya se anuncia inmimente, es fundamental para un sector servicios, que a su vez es básico para la ciudad. Incluso para la autoestima de los gaditanos, que tienen en sus orillas uno de sus mayores patrimonios naturales e, incluso, culturales. A estas alturas de promoción turística, resulta ridículo recordar lo que son las playas para la provincia. Son su alma y su escaparate, su mayor atractivo y patrimonio. Pocas provincias españolas tienen más kilómetros de arenas más limpias, de orillas más anchas. Muchos de ellos sin mancha de edificios. Es evidente que forman parte esencial, quizás la principal, de la oferta de todo el sector servicios. Nadie lo va a poner en duda, menos aún en primavera, verano y otoño.

Por ese motivo, que una cadena de temporales haya dañado el litoral provocando escalones, quebrando las líneas de arena, dejando al desnudo cables, rocas o escaleras era una noticia que iba mucho más allá de lo paisajístico. Si las playas se han convertido en las grandes damnificadas por el temporal continuo que en el último tramo de invierno azotó con virulencia la provincia, son miles de puestos de trabajo los que pueden estar lastrados. De chiringuitos a hoteles, de transportes a gastronomía tienen un vínculo con las playas desde Sanlúcar hasta Sotogrande. De ahí que hayan saltado las alarmas. Deben empezar a apagarse, con el inicio de la reparación, este próximo fin de semana en Cádiz y en Chiclana.

La administración estatal ya ha confirmado que actuará con el inicio del mes de junio. Hay que confiar en que esos trabajos incluyan recargas de arena. La regeneración, que sería su nombre técnico, no siempre resulta útil y jamás es barata. Así que toca confiar en los expertos y los funcionarios. Suelen ser el mayor patrimonio de cualquier administración.

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