El Apunte

La tacita de plata no brilla

El Ayuntamiento de Cádiz se ve obligado a prorrogar otra vez el contrato de la limpieza viaria

La gestión del equipo de Gobierno municipal de Cádiz no pasa la prueba del algodón en relación a la adjudicación del pliego de limpieza de la ciudad . El contrato con la actual adjudicataria, Sufi-Cointer, acabó el pasado 2016 y, desde entonces, el ... Ayuntamiento ha ido prorrogando el acuerdo sin sacar un nuevo concurso público. Esta situación de prórroga permanente del mantenimiento de la ciudad tiene como resultado el deterioro de un servicio clave. La incertidumbre que pesa sobre la empresa concesionaria -la prórroga es, desde luego, una situación temporal- ha derivado en una falta de inversiones en maquinaria y recursos que impiden ofrecer un servicio de calidad. La ciudad está sucia. Durante el primer mandato de Kichi en Cádiz la limpieza fue uno de los principales temas de debate y todos los representantes reconocieron sus deficiencias y la necesidad de sacar a licitación un nuevo pliego. Desde que en 2016 finalizó el plazo ordinario del contrato, el equipo de Gobierno de José María González se ha mostrado incapaz de sacar adelante el contrato de limpieza viaria y recogida de residuos.

Tras agotar las dos prórrogas que permite la ley el verano pasado el Pleno tuvo que dar el visto bueno a que la actual adjudicataria continuara prestando el servicio por el tiempo necesario hasta que se adjudicase un nuevo pliego o, en su defecto, doce meses que se cumplen el próximo 31 de julio. No fue hasta el pasado mes de abril cuando el equipo de Gobierno convocó un Pleno Extraordinario para aprobar el nuevo pliego, que salió adelante con los votos de Podemos y PSOE. El nuevo contrato salió a licitación a mediados de mayo, una semana antes de las elecciones municipales. Ante la imposibilidad de tener adjudicado el contrato antes del próximo 31 de julio el equipo de Gobierno ya había anunciado hace unos días que en el primer Pleno Ordinario del mandato, propondría a la Corporación un nuevo acuerdo en los términos del anterior, que la empresa siguiera prestando el servicio hasta la adjudicación, que volverá a retrasarse después del dictamen de este miércoles. Sin embargo, ha sido el Tribunal de Contratación Pública de la Diputación el que anuló la licitación aprobada in extremis en el último pleno del anterior mandato y señaló una «lentitud evidente» a la hora de preparar el expediente. La resolución obliga al Ayuntamiento a iniciar el procedimiento para sacar un nuevo pliego por la vía ordinaria y no por «urgencia».

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