Montiel de Arnáiz - Opinión

Héroes paralelos

Los trovadores trovan las hazañas de los héroes y esta semana hemos conocido a dos: Ignacio Echeverría y Víctor Sánchez

Montiel de Arnáiz
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Los viejos romanos, no siempre tan sabios, decían que la Fortuna ayuda a los valientes, máxima que he tatuado en mi alma y que me ha impulsado a arriesgarme por precipicios vitales y riscos profesionales. Pero, claro, esos ancianos de toga púrpura eran también conscientes de que los valientes son la carne del cañón, vanguardia de carnes dispersas, los primeros en caer a bayoneta o sable: la cobardía suele alargar la vida.

Existen diferentes capas del valor, variaciones sobre la tenue concepción de la heroicidad, aunque ese es otro cantar de gesta en el que no vamos a zambullirnos hoy. Los trovadores trovan las hazañas de los héroes y esta semana hemos conocido a dos: Ignacio Echeverría y Víctor Sánchez.

Ignacio era un abogado gallego afincado en Londres que resultó ser una de las víctimas del atentado de Daesh en la capital británica.

¿Qué se puede decir de alguien que acude en auxilio de una mujer que está siendo apuñalada, armado con su patinete, a riesgo de perder la vida? Que la firmeza de su fe católica y el profundo respeto a la Justicia de los jurisperitos como él habían marcado de antemano su destino. Donde otros encuentran una opción, Echeverría sólo veía la obligatoria vía que lo arrojaba a la defensa del necesitado, sin pensarlo dos veces, como tantos héroes que se han lanzado a la conquista de una cima o la defensa de su hogar de piratas e invasores.

Un dolor profundo, más cercano, es el que me produce el fallecimiento de Víctor Sánchez, policía algecireño, ASESINADO (Hic et Nunc, Ana Pastor) en acto de servicio por un contrabandista que trataba de escapar de la acción policial. Conocí a Víctor y a su amigo Andrés en mi último año en la antigua facultad de Derecho de Algeciras, donde intentaba impartirles lecciones. A principios de curso me comentaron por sus horarios laborales faltarían en ocasiones a clase: eso nunca fue un problema para mí, y así se lo dije. Víctor era educado y trabajador; pero yo no podía intuir un héroe en él a priori, como ha desvelado su trágica muerte.

Víctor e Ignacio brindan juntos con Plutarco en el Valhalla. Son ejemplo, sin duda, para cobardes y valientes. Dos héroes paralelos.

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