Cádiz pisa el acelerador

Lamentablemente estamos acostumbrado a que la provincia de Cádiz lidere ‘ranking’ negativos. No en vano, la recuperación económica ha tardado más en llegar a aquí que a otros puntos de la geografía española. Basta observar que el paro continúa siendo un grave problema en muchos municipios grandes de este rincón de la península. Este dato puede explicar además el hecho de contar con un parque automovilístico tan viejo.Todo parece lógicamente relacionado y ahora que comienzan a notarse los brotes verdes también en la provincia, el sector automovilístico reacciona con un acelerón en número de matriculaciones que no se veía en los últimos años. Según las estadísticas que recoge la Asociación Nacional de Vehículos a Motor (GANVAM) en los primeros seis meses de 2017 se había vendido la misma cantidad de coches que en todo 2014, por lo que los datos resultan esperanzadores, ya que habitualmente los concesionarios suelen mejorar sus ventas en los últimos meses del año. Más de 10.000 vehículos nuevos se han matriculado hasta finales de junio, cuando el año pasado, sin ir más lejos, apenas se superaron las 14.000 unidades.

Se trata, sin duda, de unos marcadores para la esperanza, aunque en el sector no quieren lanzar las campanas al vuelo. La crisis económica ha hecho mucho daño y aún se tiene la sensación de que se puede volver a caer en cualquier momento. Con cautela, aseguran desde los concesionarios que la financiación es una de las grandes patas para sustentar este crecimiento, pues no hay que olvidar que ya no cuentan con el atractivo de los planes PIVE, una fórmula que hacía menos costoso el desembolso a la hora de comprar un vehículo.

Otro de los grandes sustentos del sector es el mercado de coches seminuevos y de ocasión que cada vez va tomando más fuerza. Ahora bien, hay voces que alertan de que estas cifras son un poco engañosas porque realmente muchas matriculaciones provienen de las empresas ‘renting’ de vehículos que no compran a los concesionarios, sino directamente a las fábricas y hablan por ello de una tasa de crecimiento sobre un 4%. Sin embargo, sea mayor o menor el incremento, no se puede poner en duda esta tendencia alcista, que invita al optimismo. En todo caso, son muchos los estamentos que han echado el freno a este tipo de consideraciones que podrían llevarnos a cifras de antes de la crisis. Los vaticinios van más encaminados a consolidar estas cifras en los próximos años. Veremos.