En el aire, con paso firme

De forma constante, éxito tras éxito, encargo tras encargo, la realidad se consolida como una esperanza industrial y económica en la Bahía de Cádiz. Con novedades como la de ayer, con un acuerdo de la firma Intecair con la canadiense Bombardier, el sector aeronáutico confirma y refuerza una trayectoria de crecimiento que ha seguido un ritmo alcista incluso en los peores años de la crisis. Se trata de una apuesta segura o, al menos, es lo que avalan los informes técnicos y de conyuntura elaborados tanto por consultores privados como por la propia Junta de Andalucía. La Administración regional, a través de la Agencia IDEA, realizó el pasado año una amplia radiografía del sector, donde se daba cuenta de que el polo aeronáutico andaluz, en el que se encuentra la Bahía de Cádiz, supera en facturación y empleo al resto de tejido industrial que se reparte por España.

La industria aeronáutica se ha convertido en un modelo económico a seguir que ofrece alta cualificación donde se desarrolla. Este tipo de estudios y estadísticas, los números convertidos en contratos, sirven para para reafirmar la apuesta que se hizo en su momento en Andalucía en favor de la industria aeronáutica. La implantación de Airbus en el polígono del Trocadero, en PuertoReal, hace ahora 25 años fue clave para expandir por la Bahía su industria auxiliar.

El sector aeronáutico ha ganado el pulso al naval en esta última década. La inactividad, ya superada, de los astilleros gaditanos ha chocado con el aumento de producción en empresas tractoras como Airbus o Alestis. Los estudios de la Junta reflejan, entre otras cosas, que las factorías de Cádiz aglutinan el 22% del empleo directo del sector en Andalucía, y suma un total de 2.599 puestos de trabajo entorno al sector en la provincia. La industria aeroespacial andaluza, compuesta por 118 compañías, ha mantenido y aumentado las cifras de crecimiento pese a la coyuntura económica adversa de los últimos años. Las auditorías destacan la evolución del sector en la última década, donde ha triplicado su facturación, ya que en 2006 fue de 848 millones de euros, y ha multiplicado por 2,2 el número de empleos directos, que en 2006 ascendían a 6.206. En estos momentos, el sector genera en Andalucía 13.740 empleos directos y es capaz de crear un millar de ellos en solo un año.