Opinión
El cambio de rumbo de Cádiz desde el diálogo y la moderación
Bruno García llega a la alcaldía con la intención de acabar con el sectarismo y gobernar para todos
Llegan nuevo aires para Cádiz. Tras el triunfo de Bruno García la noche del 28 de mayo, el Partido Popular vuelve a gobernar la ciudad con mayoría absoluta después de ocho años con Kichi dirigiendo el Ayuntamiento gaditano en una situación de minoría, aunque con el constante y fiel apoyo de los socialistas.
Como es habitual en Bruno García, consiguió su objetivo casi en el tiempo de descuento, 'in extremis' y después de momentos de infarto en los que el bloque de izquierdas superaba en ediles a los populares. Entorno a la medianoche Adelante Izquierda Gaditana perdía uno de sus concejales en favor del PP, convirtiendo a Bruno en el alcalde de la ciudad para los próximos cuatro años. Aunque la mayoría absoluta le permitirá gobernar con tranquilidad en este mandato, el futuro regidor ya anunció esa misma noche que gobernaría «para todos y entre todos», es decir, que aterrizará en San Juan de Dios con ese espíritu de moderación y diálogo que le ha caracterizado durante toda la campaña electoral y que es un fiel reflejo de la política llevada a cabo por el presidente de la Junta de Andalucía y máximo dirigente del PP andaluz, Juanma Moreno.
Bruno García quiere terminar con el sectarismo y la división creada por el equipo de Gobierno saliente para llegar a acuerdos con la oposición, con las distintas instituciones y con los alcaldes del resto de municipios de la Bahía de Cádiz. Porque, según ha expresado, sólo así se conseguirá que Cádiz avance. Sus adversarios le dan un voto de confianza y esperan que antes de que se cumplan los primeros cien días de gobierno esta política moderada y de mano tendida que ha anunciado se convierta en una realidad y perdure hasta 2027, cuando habrá que rendir cuentas de nuevo ante los ciudadanos.
El futuro alcalde de la capital gaditana y su equipo tienen por delante muchos retos y por ello les ha pedido una dedicación total para lograr ese cambio de rumbo para Cádiz. Dividirá su acción de gobierno en tres fases. La más inmediata, con la puesta en marcha de medidas urgentes como los planes de choque de limpieza y mantenimiento para recuperar la ciudad después de años de «abandono y dejadez»; la de los proyectos a corto plazo y la de la preparación del Cádiz del futuro. Un Cádiz para vivir. Un Cádiz abierto y de progreso.
