apunte
La imagen de que otra política es posible
El buen ambiente reinante ayer en la asociación de vecinos del Cerro del Moro no debería ser la excepción, sino la norma en política
Otra política es posible. U otra forma de hacer política, si lo prefieren. Ayer quedó demostrado en la sede de la Asociación de Vecinos del Cerro del Moro que no es tan difícil que las instituciones gobernadas por distintos partidos políticos se sienten en una mesa a hablar de proyectos sin tirarse los trastos a la cabeza, sin emprender la retórica vacía y lastimosa de tantos viejos matrimonios. En la fotografía que publicamos hoy en este periódico, Carmen Sánchez (delegada de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía) y José María González (alcalde de Cádiz) dialogan junto con el Defensor del Pueblo, Jesús Maeztu, sobre las futuras promociones de viviendas en el Cerro del Moro. Quizá se haya salido con menos concreción de lo que los vecinos y el propio Maeztu hubiesen deseado, pero la buena sintonía entre las administraciones ya es un avance.
Y es que no se entiende la impostación con la que, en demasiadas ocasiones, actúan nuestros representantes políticos. En el caso de ayer, tener frente a frente a dos personas amables y agradables al trato como Sánchez y Kichi suponía asomarse a lo que debería ser en más ocasiones esa puesta en común de los distintos gobiernos, dejando a un lado la calculadora de los votos y el puñal de los rencores acumulados.
Quizá sea también necesario tener un batallón de Jesús Maeztu, de personalidades cuya trayectoria y ascendente les haga ganarse un respecto por encima de los diretes políticos y que sirvan de nexo de unión a la hora de encontrar soluciones para el ciudadano. Porque si alguien se termina beneficiando de esa reducción de tensión son, sin duda, las vecinas y vecinos que pueden ver cómo proyectos se desbloquean o barreras se anulan. Puede que los periodistas perdamos grandes titulares con entrecomillados epatantes si cunde el ejemplo de la excepcionalidad de ayer, pero todos como sociedad daríamos un gigantesco paso adelante por reducir la tensión y la división que, como sociedad, llevamos viviendo demasiados años.
