Día Mundial del Yoyó
Top ten de juegos tradicionales que no pasan de moda: Cinexin, Juegos Reunidos o el Auto-Cross
En honor al Día Mundial del Yoyó traemos juegos de toda la vida que todos hemos practicado alguna vez y de los cuales muchos, a día de hoy, son una reliquia
Hay cosas que no pasan de moda y que a medida que avanzan los años, aumentan incluso su valor. Los juegos tradicionales, los de toda la vida, son justamente ese tipo de cosas. Han marcado la infancia de muchos niños que, a día de hoy, ya no son tan niños, pero que han ido pasando de generación en generación e incluso, a lo largo de varios siglos.
En honor al Día Mundial del Yoyó , un juguete que actualmente sigue colgando de la mano de muchos, hemos querido hacer una recopilación de los juegos más famosos de la historia . Juegos que, a pesar de sus años, todo el mundo recuerda. Eso sí, antes de empezar a leer, advertimos de que la siguiente lista puede provocar nostalgia.
El yoyó, alegrando a niños desde 1892
Como no podía ser de otra manera, comenzamos con el juguete que hace honor a este pasado domingo 6 de junio : el yoyó. Este tradicional juego se hizo popular gracias a su autor Donald F. Duncan, que le dio vida un día como hoy en 1892.
El origen de su nombre podría ser filipino, cuyo significado sería «viene-viene» , debido a la manera con la que el yoyó sube y baja desplazándose por una cuerda.
Por si no lo sabía, este juguete ayuda a aliviar el estrés, fomenta la concentración y la coordinación . Además, gracias a su tamaño, se puede transportar en el bolsillo allá donde vayas.
El yoyó, de forma circular y formado básicamente por dos discos de madera y un hilo, tiene hasta cuatro variantes : el yoyó imperial, el yoyó mariposa, el yoyó automático y el fuera de cuerda, este último utilizado normalmente para competición.
Juegos Reunidos Geyper, nacido en 1945
El todo en uno de los juegos de mesa. Así eran los famosos Juegos Reunidos de Geyper, que como su nombre indica, reunía en una misma caja juegos típicos tradicionales, como la oca, el ajedrez, el quita y pon, el bingo de cartones... y unos cuantos más.
Se hicieron tendencia entre 1976 y 1984, llegando a salir a la venta nuevas reediciones . Geyper fue la empresa que dio vida a este juguete que alegraba a millones de niños cada día, creada a su vez por el valenciano Antonio Pérez Sánchez.
Como ocurrió con tantos juguetes y empresas jugueteras, la llegada de la electrónica y el Internet acabó con buena parte del sector y, lo que es peor, cambió la manera de jugar y divertirse en los niños. La competencia llegó con las máquinas de videojuegos, las ordenadores, y más tarde los teléfonos móviles.
Geyper la empresa entró en crisis y acabó cerrando, cuyo fin llegó en 1987 cuando dejó de fabricarse esta reliquia . En 2001 Bizak relanzó el producto y compró sus derechos, pero no duró muchos años en los escaparates. Actualmente, quien disponga de este juego en su casa, puede asegurarse una buena joya de valor incalculable para muchos coleccionistas.
El diábolo, el juguete más viejo con más de mil años
La historia de este divertido juguete es se remonta al año 300. Un malabar que ha pasado por cientos de generaciones, y que a día de hoy seguimos viendo «volar» en la calle. El diábolo fue inventado en China durante en el año 300 , aunque algunos datos indican que podría existir desde mucho antes, con unos 4000 años de historia.
El diábolo llegó a Europa a finales del siglo XVII. Tuvo tanto éxito, que en 1810 comenzarón a crearse clubes y a desarrollarse competiciones en la alta sociedad.
Tras la Primera Guerra Mundial, dejó de utilizarse y perdió popularidad, pero a partir de 1980 comenzó una «etapa dorada» con la aparición de nuevos materiales y coloridos diseños que lo volvieron a hacer volar, convirtiéndolo en uno de los juguetes tradicionales más antiguos hasta la fecha.
El 'Auto-cross', el primer volante de muchos niños
Conducir un «cochecito» antes de los 18 era, y es, el sueño de cualquier piloto soñador. El 'Auto-cross' consiguío cumplir el de muchos niños, pudiendo conducir por cualquier lugar del circuito improvisando rutas y cambiando de velocidad.
En 1975, la compañía barcelonesa de juguetes Congost pone a disposición del mercado el 'Auto-cross', una simulación de conducción que hizo felices a miles de niños entre los setenta y principios de los ochenta. El juguete consistía en una carretera por la que se dirigía el «coche» mediante un cuadro de mandos con una llave de arranque con dos posiciones, un volante de control y un cambio de marchas de cuatro velocidades.
Mediante un sistema de imán, cadena y muelle, se podía maniobrar y dirigir el coche por las distintas bifurcaciones del circuito , pudiendo incluso saltar por encima de algunas zonas. Si la velocidad era excesiva, podía provocar la pérdida del imán en una curva cerrada o contra un árbol, y aquí entraba en juego la destreza del conductor.
Más tarde, se lanzó al mercado variantes de este juguete , como el Moto-rallye, un Auto-cross Fórmula 1 y hasta un Auto-cross Spiderman, creados por empresas que aprovecharon el éxito de esa primera idea de Congost.
El Cinexin, el proyector que dio vida a las paredes
Cuántas películas se llegaron a proyectar en la pared y cuántos niños llegaron a sentirse como grandes directores de cine . Con Cinexin , estar de cara a la pared no era un castigo, ya que fue un proyector de cine para niños comercializado por la compañía española Exin.
En 1971, Exin presentó en España una de sus líneas de juguetes más famosas y que se mantendría durante más tiempo en su catálogo: Cinexin, un proyector de películas para niños que usaba el formato cinematográfico de 8 mm. Su estética era muy parecida a la del proyector de la Chad Valley Toy Company del Reino Unido.
La idea no nació en España, pero tuvo enorme éxito al igual que en otros páises antecesores.
El Cinexin era un pequeño proyector que solía incluir la lente condensadora en la misma bombilla, funcionaba con 3 pilas LR-20/D y contaba con un mecanismo de proyección manual que resultó ser la clave, ya que era el propio niño quien decidía si hacer avanzar (y a qué velocidad), retroceder o congelar la imagen.
Las películas para el juguete se vendían aparte. Venían enrolladas en una bobina sin fin, diseñada para evitar tener que rebobinar, lo que hacía más sencillo este juguete. Al principio las cintas solo podían visualizarse en blanco y negro, pero años más tarde fue posible disfrutar de películas a color con nuevas ediciones y variantes, llegando en 2010 a comercializarse los diseños de Toy Story, Princesas, o Disney Clásico .
Las canicas, las bolas con más nombres en la historia de los juegos
¿Quién no ha tenido estas preciosas y pequeñas «joyas» en su casa? Incluso, ¿quién las conserva y sigue jugando con ellas? Las canicas, pequeñas «bolitas» que a pesar de sus años, no pasan de moda. De hecho, muchos coleccionistas y aficionados las guardan aún después de varios años.
Las canicas son pequeñas esferas creadas con distintos materiales, como vidrio, alabastro, cerámica, arcilla, metal, cristal, acero, piedra, mármol, madera o porcelana. Son populares a nivel universal , siendo uno de los juegos más tradicionales para niños.
El método es casi siempre el mismo: se lanzan una o varias canicas para intentar aproximarse a otras o a agujeros objetivo. No se sabe exactamente cuando se crearon los primeros modelos, pero se dice que ya se encontraron canicas en la tumba de un niño egipcio de alrededor del año 3000 a. C.
Además de como juego, las canicas son muy utilizadas para uso industrial , siendo principalmente utilizadas en el interior de los envases de aerosoles y en rodamientos.
Las canicas son el juguete que más denominaciones recibe, teniendo hasta más de 20 nombres distintos , según la zona y el país. También las hay de distintos tipos según su color y diseño, material, y tamaño.
Balón prisionero, el juego más típico en los colegios
¿Quién no ha estado en el cementerio de este famoso juego, y ha tenido más vidas que un gato gracias a sus compañeros?
Balón prisionero, denominado así popularmente (aunque según la zona recibe otros nombres), es uno de los juegos tradicionales más practicados desde hace años. Sobre todo en el colegio, normalmente en Educación Física.
Consiste en eliminar a todos los jugadores del campo contrario, ya que el juego se desarrolla entre dos mitades, una para cada equipo. Para ganas, es necesario golpearles con la pelota en cualquier parte del cuerpo (pies, manos, cabeza...) sin que lleguen a cogerla antes de que toque el suelo. El jugador golpeado abandona su campo de juego y pasa a situarse fuera, en el «cementerio» , justo donde acaba el campo del equipo contrincante. Allí tiene la posibilidad de atrapar la pelota si esta traspasa el campo para poder bolear a los del equipo contrario, o devolverla a su equipo como estrategia para despistar al contrario.
Tiene muchas variantes y reglas diversas dependiendo de la zona geográfica en la que se esté jugando, pero la prioritaria y fundamental, es golpear con el balón a todos los jugadores del otro equipo para alzarte con la victoria.
Rayuela, del 1 al 10 sin pisar la piedra
Una tiza, un suelo para poder pintar y agilidad unida a coordinación es todo lo que se necesita para superar este juego tradicional: la Rayuela.
Se cree que este antiguo juego tiene su origen en Europa, alrededor del siglo XVI . Hay quien dice que la idea se desarrolló a partir del libro La divina comedia de Dante , en la cual, el personaje principal desea llegar al Paraíso tras salir del Purgatorio y ha de atravesar 9 mundos para lograrlo. Sin embargo, es posible que sea más antiguo todavía ya que se ha encontrado alguna representación similar en restos de la Antigua Roma.
Es un juego que popular a nivel mundial, ya que no solo es conocido en Europa, sino también en latinoamérica, Estados Unidos, China, Corea, Japón, Filipinas, etc. Es una práctica no solo divertida y entretenida para todas las edades, sino también una forma de mejorar el equilibrio, la coordinación, y activar los c inco sentidos en los más pequeños.
Las carreras más divertidas de la historia: carrera de sacos
¿Sabías que este juego tiene su origen en el siglo XVII y surgió como una manera de calentar los músculos? Los hortelanos , que pasaban horas de pie realizando sus labores en el campo, practicaban carreras de sacos tras el almuerzo, entendido como una especie de calentamiento para seguir con las tareas .
Hoy en día es un juego popular internacionalmente, ya que se juega en distintas partes del mundo. Solo necesitas unos sacos, bolsas de tela o de basura que puedan atrapar las piernas dentro, ser sujetados con las manos, y mucha agilidad y destreza para no caer de boca al suelo.
Es divertido, sin duda, pero también presenta riesgos, ya que si se realiza en suelos duros o con desniveles, es más frecuente la caída, y a veces, no con buenos resultados.
¡El Mangüiti, conocido popularmente en Cádiz!
El Mangüiti, un juego tradicional que recibe este nombre en la zona gaditana y se juega desde hace años, ha sido testigo de muchos dolores de espalda.
Se juega entre dos equipos, de unos cuatro a ocho jugadores cada uno. Se solía elegir al de mayor peso o más fuerte para colocarlo de tope contra la pared . El resto de participantes, se colocaban en fila, inclinaban su cuerpo hacia adelante y colocaban la nuca en la entrepierna del compañero que tenía delante, formando un largo caballete humano.
El equipo contrario, saltaba sucesivamente, encima de ellos. Tenían diferentes estrategias, aunque la más usada era cargar el máximo número de participantes encima de un sólo miembro del equipo contrario, para conseguir que no resistiera el peso.
Era divertido pero también un obstáculo para los viandantes, ya que cuando el Mangüiti se llevaba a cabo entre varios grupos en una plaza, parecía más una carrera de obstáculos que un paseo para muchos.
Existen más juegos populares, pero seguro que estos lideran el ranking de los más conocidos. Si tienes alguno de ellos en casa, o has jugado en algún momento a los más tradicionales de esta lista, comparte con los tuyos, seguro que recordáis momentos únicos y muy divertidos.
