Un nuevo chiste del Comandante Lara lleva al confesionario de una parroquia local a varias mujeres que han cometido el pecado carnal tras conocer a Atanasio .
El Padre, conmocionado por lo sucedido, les hace cumplir con una penitencia por sucumbir a la lujuria y al pecado de la carne : rezar varias veces el Padrenuestro y depositar algunos euros en el cepillo de la parroquia.
La última confesión relatada por el cómico de Jerez, tendrá un final inesperado para el cura de la iglesia , ¿quién se esconde tras el confesionario de la parroquia y qué le pide al Padre?
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