RECICLAJE

La sostenibilidad en el terreno de juego

El uso del caucho reciclado para césped artificial permite ahorrar hasta 3.200 m3 de agua de riego al año por campo de fútbol

El granulado de caucho, presente en el 83% de las instalaciones certificadas por FIFA ABC

Leticia Saiz. Directora de Desarrollo e Innovación de Signus

El pasado mes de febrero visualizábamos el aterrizaje en Marte de Perseverance, era la primera vez que se grababa la llegada de una misión al planeta rojo con tanta calidad. Da vértigo lo rápido que avanza la ciencia, pero eso es un tema que requeriría de un capítulo aparte. Volviendo al planeta rojo, me pregunto qué pensarían, en caso de existir, nuestros vecinos marcianos al ver nuestro planeta azul. Supongo que dirían qué suerte tienen estos terrícolas de tener tanta cantidad de agua. Incluso, yo misma pensaba así cuando era pequeña y no entendía por qué mi padre me decía que tenía que cerrar el grifo cuando me lavaba los dientes. La realidad, a día de hoy, es que abrir un grifo y que salga agua potable no es algo que esté al alcance de todos: más de 2.000 millones de personas no tienen acceso a agua potable (principalmente en áreas rurales). Dependemos del agua para vivir y para producir bienes y servicios y no podemos olvidar que el agua es un recurso natural no renovable y a la vez un recurso limitado.

Por eso se requiere un uso eficiente, que haga compatible la satisfacción de las demandas con el respeto al medio ambiente y a los demás recursos naturales. Y es que las operaciones que comprenden el Ciclo Integral del Agua, que abarcan desde la captación en origen del recurso hídrico (ríos, embalses, etc.), potabilización, distribución, saneamiento y depuración devolviendo finalmente el agua al medio natural en condiciones óptimas, también tienen su impacto en el medio ambiente. En términos de emisiones de CO2, el ciclo de vida del agua supone una emisión de 4 Kg de CO2 por metro cúbico de agua consumida. En el caso del agua caliente a 65ºC el gasto se eleva a 40 Kg de CO2por metro cúbico.

La eficiencia hídrica tiene como objetivo reducir el uso del agua mediante la aplicación de una serie de requerimientos mínimos para construcciones y/o urbanizaciones que nos lleven a un uso racional del agua, por ejemplo, a través de la instalación de duchas eficientes, aireadores o limitadores de caudal, lavadoras eficientes o lavavajillas, etc. Pero sin olvidarnos, por supuesto, que aquí la educación y concienciación por parte de las personas es de vital importancia y que el consumo responsable de agua empieza en uno mismo. Datos aportados por la Fundación Aquae indican que la media del consumo de agua por persona en Europa es de 128 litros al día, siendo el valor para España de 140 litros al día por persona, destacando la reducción del consumo de agua en Dinamarca debido a que la apuesta del país danés por disminuir su contribución al cambio climático ha generado una conciencia social sobre la importancia de la sostenibilidad.

Un ejemplo de horro de agua y sostenibilidad nos lo encontramos en los campos de fútbol de césped artificial donde se emplea el granulado de caucho procedente del neumático fuera de uso como relleno no solo para mantener erguidas las fibras que simulan el césped artificial sino también para otorgar al pavimento el confort y la seguridad que los jugadores necesitan al correr, caerse o deslizarse sobre este tipo de superficies. Además de simular perfectamente las características dinámicas del desplazamiento del balón sobre césped artificial. Su uso permite ahorrar hasta 3.200 m3 de agua de riego al año por campo, cantidad equivalente a una piscina olímpica. Por esta razón, este tipo de superficies deportivas se han ido extendiendo desde los años 60 hasta llegar a alcanzar la cifra de 5.000 campos de fútbol de césped artificial en España, siendo uno de las superficies deportivas preferidas por los jugadores porque puede disfrutarse durante todo el año independientemente de las condiciones meteorológicas. Además el tiempo de juego es muy superior al de un campo de césped natural (50 horas/semana vs 6-10 horas/semana para el campo de hierba natural).

Cabe destacar que el granulado de caucho procedente del neumático es el material de relleno más utilizado actualmente gracias a sus especificaciones técnicas, económicas y ambientales y a las limitaciones que presentan las alternativas existentes. Está presente en alrededor del 83% de las instalaciones certificadas por FIFA (datos de 2017)

En un campo de fútbol 11 se reciclan aproximadamente 100 toneladas de granulado de caucho, lo que equivale a más de 22.000 neumáticos de turismo, siendo la principal aplicación de reciclaje del neumático al final de su vida útil. En España más del 50% de granulado de caucho procedente del NFVU se destina a este tipo de superficies (aproximadamente 46.600 toneladas al año que equivalen a más de 10,5 millones de neumáticos de turismo), una aplicación en la que, sin duda, se han alineado los planetas para que la seguridad, prestaciones, sostenibilidad y economía circular ganen el campeonato, de una forma limpia, en el mejor terreno de juego.

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