Cómo explicar el medio ambiente a los más pequeños

Los expertos aconsejan cómo educar a los escolares de edades tempranas en el conocimiento de la Naturaleza

D. Moreno

Los retos derivados de la situación sociosanitaria han convertido los dos últimos cursos en un desafío para todos los implicados en el mundo educativo: docentes, alumnos y familias. Confinamiento, semipresencialidad, aumento del uso de las nuevas tecnologías… son muchos factores nuevos que han provocado el cambio de hábitos y rutinas, y también de la manera de relacionarse dentro y fuera del aula. Un nuevo panorama que sirve para reflexionar acerca del aprendizaje sobre la naturaleza.

Con la serie ¿Cómo le contarías a un niño de primaria…? se han llevado al aula asuntos como la biodiversidad, el cambio climático y otros temas de especial trascendencia para la supervivencia del planeta. Con un mensaje: hay que seguir luchando por unas aulas más sostenibles, inclusivas y conectadas con la naturaleza y las emociones.

Así, se han recopilado las reflexiones de especialistas como la oceanógrafa y meteoróloga Mercedes Martín ; la pedagoga Mar Romera , presidenta de la Asociación Pedagógica Franceso Tonucci (APFRATO); el psicólogo y pedagogo Javier Urra , director de la clínica y programa de atención terapéutica especializada en la salud mental infanto-juvenil Recurra-Ginso; Carmen Pellicer , presidenta de la Fundación Trilema, y directora de Cuadernos de Pedagogía; y el astrofísico y divulgador científico Javier Armentia , director del Planetario de Pamplona.

Estas charlas inspiradoras explican cómo dirigirse a los más pequeños con un enfoque educativo y sencillo y forman parte de las actividades de Naturaliza, un programa educativo de Ecoembes para formar al profesorado y facilitarle las herramientas necesarias para transmitir conocimientos, competencias y valores proambientales a su alumnado.

Cambio de modelo educativo

El debate sobre la renovación del sistema educativo sigue presente. Y en lo referido al medioambiente, las metodologías de enseñanza y estrategias educativas continúan en constante evolución. Para educar a los más pequeños sobre la emergencia climática, la meteoróloga Mercedes Martín apuesta por hablarles de manera sencilla y guiarles para que sean ellos mismos los que observen y descubran las señales a su alrededor. El mensaje a los docentes también es claro: la mejor manera de enseñar es la práctica. Por eso, a nima a maestros y centros educativos a crear estaciones meteorológicas en las escuelas y a salir a reconectar con el entorno natural.

La pedagoga Mar Romera propone un cambio de paradigma. En vez de educar desde el miedo, hacerlo desde la seguridad, la curiosidad y la admiración. Para Romera, la admiración es clave para crear vínculos emocionales sanos entre el profesorado y sus alumnos, y entre estos últimos y el medioambiente.

La responsabilidad de la educación no está solo en el aula, comenta el psicólogo Javier Urra, ya que «el colegio es el fonendoscopio de la realidad». En la mayoría de los casos, esa realidad transcurre lejos de la naturaleza. Urra a dvierte de ese déficit de la naturaleza y sus consecuencias: «Los niños de grandes ciudades no van al campo y eso genera mucha ansiedad y mucho enfado. Educar es también saber plantar unas flores, cuidar una tomatera».

Por su parte, la pedagoga Carmen Pellicer relata que en el primer acercamiento a la escuela se ponen los cimientos que generarán un pensamiento crítico e independiente, pero también cuando se plantan las semillas de la conciencia ecológica. En su opinión, aquí se deben generar las condiciones de aprendizaje adecuadas para que al terminar el primer ciclo educativo los niños sean conscientes de que «somos todos habitantes, dueños y responsables del planeta».

Mensajes claros y sencillos

El mensaje a los más pequeños y pequeñas para que desarrollen una conciencia medioambiental tiene que ser sencillo. ¿Y qué les diría Mercedes Martín?: «Pensar antes de consumir o antes de comprar. Reutilizar. Hay que reciclar y no solo papel, vidrio, cartón o plásticos. No desperdiciar comida es fundamental. Aprender a comer productos, ya sea frutas y verdura de temporada, al igual que el pescado. Según tu zona tendrás un pescado típico o no, o también en el caso de la carne. Yo tiraría básicamente por ahí. Con pequeñas acciones hacemos grandes cambios». Conviene estimular su curiosidad, como dice Mar Romera, porque en su opinión «a los niños hay que explicarles cuando ellos pregunten y explicarles con toda la cientificidad que puedan entender. Nuestro trabajo es provocar que pregunten. Nunca le expliques a un niño algo que no te ha preguntado primero».

¿Y cómo contarle a un menor por qué necesita estar en contacto con el entorno natural? Javier Urra lo tiene claro: «Me iría a la naturaleza. No les explicaría mucho. Me iría a ver un amanecer, un atardecer, me iría a meter las manos en el agua e intentar coger una trucha o un cangrejo. Me iría al cuidar el césped . Les diría qué te aporta, qué aportas y qué puede llevar a un adulto a dañar la naturaleza, a quemar el monte, a echar cosas sucias en un río o en el mar, a dar una patada a un perro».

Son muchos los asuntos que conviene enseñar a los alumnos. Por ejemplo, qué es la contaminación lumínica y el efecto que tiene. Javier Armentia propone juegos de luz en clase para que los alumnos descubran los tipos de iluminación que existen , «con una cerilla o un mechero, la linterna del móvil o una bombilla antigua». Una vez entiendan cómo funciona la luz, hay una pregunta clave que podemos hacerles: «¿Qué prefieres, ver la luna y las estrellas desde casa o desde el patio, o ver solo farolas?».

Un aspecto importante de la educación para niños es el desarrollo del pensamiento crítico. Así lo enfoca Carmen Pellicer: «No imaginéis, no penséis para nada en una cebra blanca con rayas rosas fucsia brillantes. ¿Qué tienes pintado en la mente mientras estoy hablando? La cebra. La cabeza funciona con la imaginación. Es como esas antiguas máquinas de cine que van creando imágenes dentro de la mente y por eso necesitamos llenar la mente con imágenes bonitas, hermosas, bellas, sugerentes, con imágenes que nos hagan felices a nosotros y felices a los otros».

Múltiples metodologías para acercar la Naturaleza a los más pequeños y concienciar sobre la necesidad de preservar nuestro planeta por el bien de todos.

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