Medusa Aequorea
Medusa Aequorea - Wikimedia commons

Detectan por primera vez medusas inmortales japonesas en el Mediterráneo

Un investigador dice que su presencia anuncia «cambios en el medio» que podrían provocar «daños significativos y dramáticos»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Un grupo de científicos ha localizado por primera vez en el Mediterráneo una especie de medusa 'inmortal' procedente de Japón. Lo ha hecho en aguas israelíes, en concreto en la bahía de Haifa y en Beit Yanai, según un estudio de la Universidad de Haifa.

Se trataría de la medusa denominada Aequorea Macrodactila (Cnidaria Hydrozoa) , un tipo verde fosforescente devoradora de plancton que tiene la rara capacidad de rejuvenecerse y volver al estado embrionario tras alcanzar la edad adulta.

Esta migración muestra «cambios dramáticos» en el Mediterráneo que podrían resultar en la llegada de especies peligrosas, según el citado estudio. El investigador Guy Mizrahi ha asegurado que su presencia anuncia «cambios en el medio ambiente marino que podrían permitir que otras medusas, peligrosas para los humanos, migrasen a esta zona y causaran daños significativos y dramáticos».

La medusa avistada por ahora no es peligrosa para los humanos, pero sí un anuncio de lo que podría venir.

Este animal (que puede vivir entre los 1.500 y diez metros de profundidad) probablemente llegó a costas israelíes a través de barcos mercantes, aunque también existe la posibilidad de que ya habitase en el fondo del Mediterráneo pero solo ahora se haya trasladado a aguas más superficiales, según el estudio de Mizrahi y el investigador Eli Shemesh, que será publicado el próximo mes en la revista científica NeoBiota.

En cualquier caso, su supervivencia en la superficie es para Mizrahi una prueba de que este mar está sufriendo enormes cambios, potencialmente peligrosos y que «son resultado de la intervención humana en la naturaleza, como la pesca excesiva, que podría estar esquilmando a los enemigos de las medusas». Otro factor podría ser el calentamiento de los mares.

De momento, un primer cambio es que este ser fluorescente compite por comida con la población de peces local, especialmente por placton y pequeños crustáceos.

«La preocupación es que cambios en el medio ambiente marino permitan que otras medusas, peligrosas para los humanos, emigren a este área y provoquen daños significativos y dramáticos. Deberíamos cuidarnos para no permitir que nuestro mar se convierta en gelatinoso como resultado de actividades humanas», advierte Mizrahi.

Ver los comentarios