A la izquierda Akio Toyoda, presidente de Toyota y Norbert Reithofer, presidente de BMW tras renovar la alianza.
En diciembre de 2011 Toyota y BMW iniciaron una colaboración para desarrollar vehículos y tecnologías de nueva generación con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes. Además el fabricante alemán debía suministrar motores diésel de gran eficiencia al japonés.
Desde entonces ambas marcas han continuado su alianza de cooperación y lo van a seguir haciendo en el futuro. Ahora acaban de renovar el acuerdo que se amplía en el campo de la movilidad sostenible para el desarrollo conjunto de un sistema de pila de combustible, baterías de litio aire, un vehículo deportivo e investigación en tecnologías ligeras.
Ambas empresas están convencidas de que la tecnología de pila de combustible es una de las soluciones necesarias para alcanzar las cero emisiones. Y lo van a demostrar con el desarrollo de un sistema para vehículos que comprenda no solo la propia pila y su sistema, sino también un depósito de hidrógeno, un motor y una batería; el plazo fijado es el año 2020. Están valorando el desarrollo de una infraestructura de hidrógeno y quieren que los vehículos de pila de combustible sean una realidad para cualquier usuario en no demasiado tiempo.
Las dos compañías van a desarrollar de forma conjunta tecnologías ligeras para carrocerías de vehículos, empleando materiales de última generación, tales como composites reforzados, con vistas a utilizar esos nuevos materiales en una futura plataforma para un vehículo deportivo. Del mismo modo continúan investigando las actuales baterías de ión litio y en unas futuras de litio aire con una densidad energética muy superior.
