Renault continúa con su ambicioso plan de vehículos eléctricos. Tras el pequeño Twizy, ahora le toca el turno al Zoe, un modelo que ya se vende en Francia desde finales del año pasado y cuya comercialización empieza en mayo con un precio desde 13.650 euros, con incentivo fiscal del gobierno y plan PIVE incluidos. También habría que añadir el alquiler mensual de la batería, que son 79 euros con impuestos incluidos si se realizan 12.500 kilómetros anuales en tres años.

Con la posibilidad de recorrer entre 100 y 150 kilómetros aproximadamente según el modo de conducción y las condiciones meteorológicas, el Renault Zoe es el único vehículo eléctrico en sobrepasar los 200 km (210 exactamente) en la homologación en ciclo normalizado (NEDC). Además del motor y las baterías, los ingenieros de la marca han trabajado en otros factores para conseguir esa autonomía.

Uno de ellos es el aprovechamiento de la energía. Cuando el conductor suelta el pedal del acelerador, el dispositivo almacena la energía cinética de la desaceleración y la convierte en corriente eléctrica lo que significa recargar la batería. Otro de los aspectos es la climatización del habitáculo. Una bomba de calor que consume hasta tres veces menos energía que un sistema de calefacción convencional permite al conductor calentar el habitáculo a la vez que se preserva la autonomía del vehículo.

El neumático también es clave a la hora de consumir menos energía. Gracias a la colaboración con Michelin, el Zoe es el primer vehículo en montar de serie un nuevo neumático de alta eficiencia energética. Diseñado para reducir la resistencia a la rodadura, así como para soportar las enérgicas fases de aceleración de un vehículo eléctrico, el neumático induce hasta un 30 % del consumo energético de un vehículo eléctrico. El nuevo Michelin Energy E-V se calienta poco al circular, lo que reduce el consumo de energía y por otra parte consigue distancias de frenado cortas.

Con el mismo chasis del nuevo Clio, el Zoe incorpora un motor eléctrico que desarrolla una potencia de 88 CV, y suministra de forma casi instantánea un par máximo de 220 Nm que permite buenas aceleraciones y recuperaciones desde regímenes bajos. Al ir ubicada la batería bajo el piso, el equilibrio de las masas delanteras y traseras favorece la motricidad y baja el centro de gravedad lo que mejora la estabilidad en carretera.

El silencio de funcionamiento y la ausencia de vibraciones son característicos. Solo por encima de 40 kilómetros por hora predomina el ruido de las ruedas en la carretera y el del aire sobre la carrocería. El sonido medido en el habitáculo entre 40 y 75 km/h varía de 60 a 65 dB, es decir, entre dos y tres veces menos que el de un vehículo térmico con una potencia equivalente.

Para advertir a los peatones de que el coche se acerca, el nuevo eléctrico de Renault dispone del sistema Z.E. Voice. Se trata de un sonido exterior que avisa de la presencia del vehículo y se incrementa con la velocidad. Solo suena entre uno y 30 km/h., con la ventaja de que el conductor puede elegir entre tres sonidos diferentes: «Pure», «Glam» y «Sport» y apagarlos con solo pulsar un interruptor. El sistema se conecta de nuevo de forma automática cuando el conductor vuelve a poner el contacto.

Otra de las grandes ventajas del Renault Zoe es el cargador. Es capaz de recargar un 80 % de la batería en media hora y además se adapta a potencias variables. Por ejemplo, a 11 kW el tiempo de recarga es de dos horas. Integrado debajo del capó, el cargador, conocido con el nombre de Camaleón, simplifica considerablemente la tecnología de los bornes de carga de alta potencia (43 kW). De hecho, al no necesitar rectificador de corriente, las infraestructuras de carga rápida serán cuatro veces más baratas y sencillas de implantar a gran escala. Esta innovación favorecerá el desarrollo del sector del vehículo eléctrico.

El Zoe es una berlina compacta de líneas fluidas. La parte delantera, con la nueva identidad de la marca, se caracteriza por su expresión simpática. El tono azulado del logo, de las ópticas delanteras y de los cristales tintados revela su naturaleza eléctrica. Los pilotos traseros son transparentes, con ribetes concéntricos azules que se tornan rojos al frenar y al encender las luces de noche. El coche destaca por las luces de día LED, la toma de recarga en la parte delantera con los diodos «Z.E.» y las formas macizas.

Máxima puntuación en seguridad

Durante su desarrollo, el Zoe se ha sometido a las mismas pruebas de validación de las prestaciones que para un vehículo de gasolina o diésel, completadas por otras específicas del coche eléctrico y ofrece los mismos niveles de seguridad. Ha obtenido la puntuación máxima de 5 estrellas en las recientes pruebas llevadas a cabo por el prestigioso organismo independiente EuroNcap, con una nota final de 82 %, y la mejor clasificación en su segmento en protección al peatón.

En el interior, la pantalla TFT del cuadro de instrumentos informa del nivel de carga de la batería y proporciona la autonomía restante, un económetro que indica si nos encontramos en fase de consumo o de recuperación energética, la velocidad en formato digital y las posiciones de la palanca que se parece al de una caja automática (Neutro, Drive, Reverse, Parking). La información del ordenador, tales como el número de kilómetros recorridos, el consumo medio (kWh/100km), acumulado e instantáneo (kWh), la hora, la temperatura exterior, etc.

La función «indicador de estilo de conducción» ilumina el fondo de la pantalla con un color que varía en función del modo de conducción del conductor: el verde indica conducción económica, el azul una conducción normal y el violeta una conducción dinámica.

El conductor puede, desde un smartphone o su ordenador, consultar el nivel de carga, la autonomía restante estimada en función de los últimos parámetros de conducción, la hora de la última carga, el estado de carga si el vehículo está conectado (en curso o no), el tiempo restante para una carga completa y el historial de cargas por mes, la localización de los bornes de carga eléctrica por ciudad, consejos prácticos para utilizar el vehículo eléctrico y preservar su autonomía.

Todas las versiones llevan el sistema multimedia Renault R-Link que agrupa las funciones multimedia como navegación, radio, telefonía y el audiostreaming Bluetooth, música y conectividad de los aparatos portátiles, etc. El conductor controla el R-Link desde la pantalla táctil o gracias al reconocimiento de voz intuitivo para, por ejemplo, indicar una dirección a la navegación o lanzar instrucciones como «llamar», «ver mis aplicaciones», etc.

Gracias al acondicionamiento previo, el habitáculo del Zoe alcanza la temperatura elegida a la hora que el conductor indique. Esta función programable desde la tableta R-Link del vehículo o a distancia calienta o enfría el habitáculo cuando está conectado a un borne de recarga. La energía necesaria para alcanzar la temperatura deseada se obtiene directamente de la toma y no de la batería, lo que preserva la autonomía del vehículo.

Todos los Renault Zoe cuentan con el sistema Hill Start Assist que facilita los arranques en cuesta. Este dispositivo frena el vehículo unos segundos en cuesta, el tiempo justo para que el conductor pueda soltar el freno y acelerar. El motor eléctrico es «sin mantenimiento», perfectamente estanco y no requiere lubrificación. Según Renault, los costes de mantenimiento son hasta un 20 % inferiores a los del vehículo térmico.