Tercer fin de semana consecutivo con carrera de dos ruedas y la saga española en MotoGP espera continuar con su epopeya. Toca parada en el Gran Premio de Gran Bretaña, donde los pilotos correrán en el santuario de las motos. Silverstone es la quintaescencia de un deporte que va camino de ver a un nuevo rey por muchos años. Construido sobre un aeródromo que dejó de usarse tras la Segunda Guerra Mundial, las carreras que allí se disputan son siempre sinónimo de espectáculo y emoción. Incluso la goma quemada huele distinto. Es un olor a tiempo del pasado que no se ha ido lo que se respira. Por ese motivo el trazado británico es el escenario ideal para que algunos de los corredores sigan haciendo historia, como es el caso de Marc Márquez, y otros intenten zafarse de la sombra alargada que está dejando el catalán a cada marcha que cambia.
En esa penumbra que ha dejado el eclipse llamado Márquez están sus rivales de Yamaha. Ni tan siquiera en velódromos como Brno, donde la marca de los tres diapasones era clara favorita por las características en las que competía, Jorge Lorenzo ni Valentino Rossi han podido hacer frente realmente al de Cervera. De nuevo se enfrentarán al líder del campeonato en un asfalto donde la teoría dice que la empresa azulina tiene una ventaja superior al resto. Pero se ha demostrado en más de una ocasión que Marc deja las hipótesis teóricas en un limbo sin solución cuando se trata de llevar a la práctica las máquinas competitivas. Deja boquiabiertos a sus contrincantes, no solo a los aficionados que cada domingo se sientan a contemplar la maduración de un icono.
Porque el equipo Repsol Honda es el que más satisfecho debe estar del reinicio de la temporada actual. Después de las mini vacaciones de verano quienes mejor han aprovechado el descanso han sido sus pilotos oficiales. Con un doblete tras otro en Estados Unidos y la República Checa, el margen de mejora todavía parece amplio para una escudería que va a más. Especialmente en el caso del joven ilerdense. En su condición de novato ha pasado de ser alguien que iba sorteando a ídolos de antaño en el 'paddock' a tener que ser él quien necesita apartar curiosos cuando compite. Ha sumado cuatro victorias consecutivas, lo que hacen un total de cinco en su debut de la máxima categoría. Dos hitos nunca vistos en la historia de la clase reina del motociclismo.
La única solución para las Yamaha parece estar en que el esperado cambio de 'seamless' llegue a tiempo, algo poco probable por el momento. Lorenzo necesita de un toque de técnica que empuje su buen hacer hacia una victoria que se hace de rogar. En algo similar confía 'Il Dottore', al que le sigue persiguiendo las malas vibraciones y su falta de emotividad es cada vez más patente. Ganador en siete ocasiones, Silverstone es uno de esos galones que lleva en la solapa de mejor corredor de la historia y que ahora ve cada día más cercano a perder por la irrupción de un pequeño campeón español.
La lucha particular de las CRT
Mientras en la parte alta de la clasificación la lucha se dirime entre dos marcas niponas y un trío de españoles dispuestos a todo, la clase media de la categoría también se viste con los colores de la bandera rojigualda. La batalla de las CRT tiene por protagonistas a Edwards, Espargaró y Barberá. En Brno, el estadounidense adelantó al valenciano en la general y ahora este es décimo quinto a un punto del tejano y el tercer mejor clasificado en estas lides. La revivificación del piloto de NGM Mobile Forward también ha cuestionado el liderazgo de Espargaró. El de Granollers aún dobla los puntos conseguidos por su rival pero ve más cercano a nuevos competidores.
