No siempre gana el más brillante. En un campeonato de 17 carreras la constancia es un valor seguro y Sandro Cortese va camino de ser el primer campeón del mundo de Moto3 gracias a un trabajo de hormiga, de sumar y guardar, de no perder nada de lo ganado, y de jugársela solo cuando el viento sopla de popa. Las proezas, para otros. Como Maverick Viñales, que ha ganado cinco carreras, dos más que él, pero también ha cometido errores que probablemente le acabarán costando el título, pues el alemán de nombre italiano ya le saca 46 puntos en la general. Sandro está combinado con maestría su experiencia, el buen rendimiento de su KTM (la moto más rápida de la parrilla), y también, claro está, un pilotaje más que notable. No hay que quitarle méritos: puede que no sea siempre el más rápido, pero si el más regular; y esto también tiene premio.

En Misano, Cortese salía desde la 'pole', y Maverick undécimo. Situación propicia para el de KTM, que trabajó bien en los entrenamientos para dibujar el escenario propicio. El español, en cambio, sufrió problemas mecánicos en la sesión oficial que le relegaron a la cuarta fila de la parrilla. Viñales se superó en carrera, y fue remontado posiciones paulatinamente hasta llegar a la última vuelta a rueda de Cortese, que pese a ceder por momentos el liderazgo a Fenati siempre tuvo la carrera controlada, rodando entre los cuatro primeros. Maverick lo había hecho perfecto, pero a la hora de la verdad se llevó un chasco mayúsculo: «Hice lo que tenía que hacer, fui remontado sin cometer errores y llegué al final con opciones de ganar, pero cuando iba a atacarle se escapó. Su moto corre más, lo ha visto todo el mundo», comentó, contrariado el catalán. Y el desenlace final aún fe peor para él, pues le adelantaron en las últimas curvas Luis Salom (séptimo podio de la temporada para el mallorquín) y también Álex Rins, que hizo una carrera fantástica, batiéndose entre los mejores a pesar de salir des del 17 puesto de la parrilla.

Rins, a las puertas del podio

El joven barcelonés, debutante este año en el Mundial, intentó un adelantamiento casi imposible sobre Maverick en la última curva, se pasó de frenada y obligó a Viñales a salirse de pista. Y en esta pelea por el tercer escalón del podio perdieron los dos, pues Romano Fenati aprovechó para colarse en el último instante, mientras Rins se giraba para pedir perdón a Viñales, que entró quinto en meta, perdiendo 14 puntos respecto al líder y vencedor. «Ya no puedo pensar en el campeonato ni en broma, Sandro lo tiene casi hecho, pero intentaremos ponérselo difícil». 46 puntos de desventaja justifican el pesimismo de Maverick.