Sandro Cortese se proclamó campeón de Moto3 hace una semana en Malasia, y, lejos de dormirse en los laureles, quiere disfrutar al máximo del final de temporada, pilotando sin presión. Y, de paso, añadiendo brillo a un título que basó en la regularidad, frente al talento y el ímpetu de Maverick Viñales. El catalán era el gran favorito antes de empezar la temporada, y confirmó que era el más rápido con cinco triunfos antes de las vacaciones de verano. Pero mientras el camino de Viñales se torció con caídas y problemas internos en su equipo, Cortese, de nombre italiano y pasaporte alemán, hiló un campeonato huérfano de errores hasta alzarse con el título en Sepang. Allí, con Maverick en su casa, su cuarta carrera del año, y una semana después, no ha dejado pasar la oportunidad de igualar en número de triunfos al catalán para reivindicar que es merecido campeón.

Viñales, en cambio, llegó a Australia con un sinfín de kilómetros, horas de avión y tensión acumulada tras la semana más difícil de su vida. En Malasia decidió romper con su equipo y volvió a casa, para rectificar cuatro días después y subirse de nuevo a la moto en Phillip Island. A pesar de todo, Maverick pilotó con soltura desde el primer entrenamiento, y se presentó a la carrera con posibilidades y ganas de redimirse con un gran resultado. Pero no pudo ser. Cortese y el portugués Oliveira, que al final subiría al podio por primera vez este año, se escaparon, y Viñales se cayó tratando de romper un nutrido y correoso grupo perseguidor en el que estaban Álex Rins, cuarto al final, Arthur Sissis, tercero para deleite del público australiano, Danny Kent, Romano Fenati, Alessandro Tonnucci y Efrén Vázquez. "Estoy decepcionado por la caída, pero contento por haber vuelto a las carreras. Tal vez debería haber pensado en el subcampeonato pero soy así, ambicioso, y siempre quiero estar delante", comentó 'Mack'.

Combate nulo por el subcampeonato

Con el título decidido, uno de los alicientes de la carrera era la lucha por el segundo puesto de la general entre Luis Salom y Maverick Viñales, pero el balear se adelantó en una salida caótica y fue penalizado, junto a cuatro pilotos más, con un paso por el carril de boxes. El mallorquín quedó muy retrasado, pero remontó hasta la 15ª posición y sumó un punto que le permite ampliar a nueve su ventaja sobre Viñales, que al no terminar la carrera no puntuó. Otro frente abierto para la última carrera en Valencia es el título de mejor debutante, que tiene al alcance Álex Rins: se quedó a las puertas del podio, y con su brillante cuarto puesto le saca cinco puntos a Romano Fenati.