Una sala de cine de la capital
Una sala de cine de la capital - abc

Madrid entra al fin en el circuito de festivales de cine

Filmadrid, del 5 al 13 de junio, cubre un vacío histórico en la capital y apuesta por mimar el cine minoritario

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Madrid ya puede presumir de festival internacional de cine. Entre el 5 y el 13 de junio se celebrará Filmadrid, que todavía tiene abierto el plazo de recepción de películas (hasta el 10 de abril), no ha anunciado su sede y apenas confirma los nombres de un par de directores participantes. Pero la primera piedra para situar a la ciudad en el panorama cinematográfico mundial ya está puesta.

«Desde luego, una de las ideas que nos rondaban la cabeza era por qué faltaba un festival internacional de cine en Madrid», comenta por teléfono Nuria Cubas, codirectora del evento junto a Fernando Vílchez, fogueados ambos desde 2013 en Pasajes de Cine, una entidad cultural que se dedicaba a promover el séptimo arte en la ciudad.

Pero ahora van un paso más allá. Uno más ambicioso.

«Nuestra principal intención es que lleguen muchas películas a las que les cuesta llegar. En Madrid hay muchas iniciativas culturales, pero hay también muchas películas que se quedan por el camino», explica Cubas. Filmadrid nace con dos secciones a concurso: una competición internacional, formada por una decena de largometrajes de todo el planeta; y una competición de vanguardia que primará el cine más experimental.

El programa se completa con Focos, dedicada a dos cineastas de gran proyección internacional, pero casi inéditos en Madrid; y Vanguardias Live, donde cineastas invitados, como Juan Barrero (responsable de La jungla interior) y la portuguesa Salomé Lamas mezclarán el cine y la performance en un entorno urbano.

«Como primera edición es pequeña y humilde, llegamos hasta donde hemos podido llegar», admite Cubas. «Queremos dar visibilidad a algunos autores y películas que se estaban quedando limitados a círculos más pequeños». Preparan, no obstante, varias sorpresas que, al igual que la sede, desvelarán más adelante. «Tenemos muchos ases en la manga y todos muy bonitos», es lo único que quiere contar, de momento, la directora de Filmadrid, para preservar el suspense.

Hace un año

El evento se comenzó a gestar hace un año. Ese fue el margen que se dieron Cubas y Vílchez para levantar el festival. Por el camino, como era de esperar, se encontraron con ciertos obstáculos, pero tampoco quieren hacer hincapié en los contratiempos una vez superados. «Montar algo de cero siempre es muy difícil. Pero encontramos muchas facilidades con las películas. Hemos sabido negociar bien. Había muchas personas con muchas ganas de crear este festival», asegura Cubas.

Madrid se lanza a participar en un circuito, el de los festivales de cine, en el que no aspira, ni mucho menos, a competir con buques insignia como San Sebastián, donde seguirán desfilando las grandes estrellas. Su nicho será ese otro cine, el minoritario, el que a menudo se queda por el camino. De ahí que Vanguardias Live sea, en cierto modo, la joya de la corona. «Es una de las propuestas más novedosas», admite Cubas.

Pero además del certamen donostiarra, en España ya se celebran eventos similares en ciudades como Valladolid, Málaga, Sevilla... ¿Hay demanda para tanta oferta? ¿Hueco para tanta película? Cubas, como no podía ser de otra forma, opina que sí. «Hay muchas respuestas y opiniones. Yo creo que siempre es bueno que haya una mirada nueva y diferente. Que es bueno ver el cine desde muchas perspectivas».

Desde el 5 de junio Filmadrid cubrirá un importante vacío, por más que sus organizadores se fijen metas modestas, como acercar a los madrileños un cine al que le cuesta hacerse ver.

Ver los comentarios