Más de 1000 libros diferentes para leer desde el hospital
Más de 1000 libros diferentes para leer desde el hospital - maya balanya

La Feria del Libro se traslada al hospital por un día

La idea es traer el espíritu de la feria a este entorno para que los pacientes puedan distraerse de sus problemas de salud

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En Madrid se celebra estos días la Feria del libro. Sus más de 300 casetas reúnen a cientos de personas cada día que se acercan hasta el pulmón de la capital para ver a sus escritores favoritos.

Pero para algunas personas desplazarse hasta el Retiro a mirar libros es una tarea imposible. Por eso, el Hospital San Rafael y Nubico han querido buscar una solución para que las personas que están hospitalizadas puedan disfrutar también de sus lecturas favoritas.

Es la primera vez que se lleva a cabo un evento de este tipo, y aunque ha sido un experimento a pequeña escala, desde allí lo consideran todo un éxito.

«La idea es traer el espíritu de la Feria del Libro a un entorno como es el hospitalario para que la gente pueda distraerse de sus problemas de salud», dicen los encargados de Nubico, una empresa que ofrece lecturas digitales a través de distintos soportes.

Por eso han repartido tabletas y e-readers entre varios pacientes pero sobre todo entre los más pequeños. La opinión de los niños es fundamental para volver a poner en marcha este tipo de iniciativas.

«Se puede leer con una sola mano»

Lucas, por ejemplo, lleva toda la mañana leyendo su libro de «Geronimo Stilton» desde su tableta. Tiene ocho años y le han operado de apendicitis. Para el pequeño, no hay duda de que los dispositivos electrónicos son más atrayentes para leer: «es digital y se puede leer con una sola mano», dice mientras pasa las páginas virtuales. Su madre explica que, al tener una sonda en la mano, apenas puede pasar las hojas de los libros de papel.

También lo han probado Gabriela y Gorka, dos chiquillos de cinco años que llevan una semana hospitalizados. Ambos están aprendiendo a leer, pero gracias a estas tabletas el esfuerzo es menor. Les gustan los cuentos, aunque el padre de Gorka admite que «se los tiene que leer» él mismo. «Las actividades que fomenten la lectura son importantísimas, sobre todo para los niños que están en el hospital», explica la madre de Gabriela, que mientras esconde la cabeza, tímida, en el vestido de su madre.

Pero no solo los más pequeños han podido disfrutar de esta iniciativa. Carmen Vera está en rehabilitación en San Rafael y no sabe cuándo le van a dar el alta. No entiende mucho cómo funciona la tableta aunque es «muy fan» de la iniciativa. «Me gusta la poesía y la novela, sobre todo me gustan los libros que me enseñen y que me hagan sentir algo, porque yo no pude estudiar cuando era joven», explica con una gran sonrisa.

Esta iniciativa es para todos ellos, para cualquiera que se emocione con un libro, sea de cuentos, de aventuras o de poesía y también para «humanizar la estancia hospitalaria», como dicen los propulsores de esta iniciativa. Pequeños gestos que alegran la vida a los que tienen que pasar allí sus días.

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