La plaza de Margaret Thatcher, vista desde el Hotel Sanvy, con el Banco Madrid en primer término; y la recreación de cómo hubiera quedado la zona
La plaza de Margaret Thatcher, vista desde el Hotel Sanvy, con el Banco Madrid en primer término; y la recreación de cómo hubiera quedado la zona - j. m. mata / abc

La intervención del Banco Madrid deja sin museo a la plaza de Margaret Thatcher

El Ayuntamiento no percibirá los 1,8 millones de euros que iba a abonar la entidad por aumentar la edificabilidad del inmueble. La zona se queda sin plan

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La intervención de la Banca Privada de Andorra (BPA) y de su filial en España (Banco Madrid), por su supuesta implicación en casos de blanqueo de capitales vinculados con mafias, también ha dejado en el limbo el proyecto de remodelación de la plaza de Margaret Thatcher en la ciudad. BPA y Banco Madrid junto a Meliá Hotels Internacional, propietarios de la plaza, eran los promotores de la iniciativa para renovar y crear en este lugar un espacio para el arte contemporáneo. Banco Madrid era el encargado de la obra y posterior conservación, así como el responsable de la inversión. Según consta en el expediente de modificación urbanístico presentado al ayuntamiento, la entidad iba a sumar a las arcas municipales 1,8 millones de euros –además de costear la obra–.

Los 1,8 millones de euros los percibía la Administración porque la entidad tenía que compensar por ley con dotaciones o dinero la plusvalía y el aumento de la edificabilidad. Ahora, todo queda en nada, como indican desde el Consistorio. En este caso hubiera sido vía monetaria.

El edificio del centro de la plaza es propiedad de Banco Madrid, que tiene en trámite, vía judicial, la aceptación de su concurso de acreedores. Cuando comience este proceso, la entidad irá a liquidación y el juez tendrá que determinar qué activos tiene para saldar sus cuentas. El inmueble de la plaza de Margaret Thatcher es un activo que previsiblemente se vendería. En ese punto se desvanecería finalmente todo el proyecto con el que el ayuntamiento esperaba extender su paseo del arte y también pasar de titularidad privada a pública la plaza.

El plan seguía su curso antes de que estallara el escándalo. El Ejecutivo de Ana Botella modificó el Plan General el pasado 30 de julio para que pudiera llevarse a cabo el lavado de cara integral de la plaza –situada en la intersección entre la calle Goya, 1 y el paseo de la Castellana, 2–, la creación de un espacio cultural privado con acceso público y la ampliación en 205 metros cuadrados del Centro de Información Turística de Colón –que hubiera pasado a ser calificado como Equipamiento Singular–. Banco Madrid pretendía sustituir su actual edificio por otro mucho más atractivo arquitectónicamente e incrementar su edificabilidad hasta alcanzar las seis plantas en superficie –tiene cuatro actualmente– más tres bajo suelo.

Esculturas en la calle

En la planta baja e inferior del nuevo inmueble hubiera acogido el espacio cultural. A pie de calle se hubieran exhibido esculturas y otras obras de arte propiedad de la entidad bancaria de Miró, Picasso y Sorolla, entre otros.

En total, incluyendo las obras de la plaza y del subterráneo, el ámbito de esta modificación del Plan General hubiera sumado 3.670 metros cuadrados de superficie, incluyendo el Centro de Turismo de Colón, que el ayuntamiento pretendía que no solo fuera utilizado como una oficina de información turística, sino que los visitantes también pudieran disfrutar en él de exposiciones y actividades de carácter cultural. Esta reforma puntual queda en el aire, apuntan desde el Área de Urbanismo del Ejecutivo local.

Una plaza polémica

Tras la modificación del Plan General para transformar este enclave en un nuevo espacio urbano de titularidad y uso público ya solo faltaba el último trámite: su aprobación en la Comunidad de Madrid. Pero, sin haber recibido la luz verde y sin haberse desarrollado el proyecto por completo por parte de Banco Madrid –según indicaron desde el mismo–, la plaza de Margaret Thatcher permanecerá con su aspecto actual de forma indefinida.

Este viernes, el Grupo de UPyD en el ayuntamiento llevará al Pleno esta cuestión. «Preguntaremos sobre el futuro de la plaza y pediremos que oficialmente renuncien al plan. El PP desarrolla un urbanismo a la carta y en el momento en que un proyecto privado se cae, los ciudadanos se quedan sin alternativa», manifiesta David Ortega portavoz de UPyD en Madrid.

La decisión municipal de darle el nombre de la política británica a un espacio público en la capital –de 23 de abril de 2013– suscitó la polémica en el ayuntamiento. La oposición no quiso apoyar la iniciativa porque no encontraban ningún motivo para vincular a la «Dama de Hierro» con Madrid.

A corto plazo, Colón no sufrirá ninguna modificación más. Fue el aterrizaje, el pasado mes de noviembre, de la estatua del almirante Blas de Lezo la última que acaparó la atención de este emblemático lugar. Por ahora permanecerá como está.

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