Los niños Alexander René Herrera (i) y Unai Barón Maldonado (d) cantan el Gordo de Navidad EP / Vídeo: España vive el sorteo de Navidad 2020 sin público y con mascarillas - EP
Silvia Nieto

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Quizás sean las etapas de crisis, con los momentos de incertidumbre en los que la realidad parece caerse a pedazos, los que conviertan las tradiciones en un lugar de esperanza. Ahora que los muertos se lloran en los hogares y algunos negocios echan el cierre de manera definitiva , puede que las costumbres felices sean las más necesarias, por recordar un tiempo mejor. Con el trino de los niños de San Ildefonso y el trajín de los décimos, la Lotería de Navidad siempre es la antesala de las Fiestas. A pesar de que la pandemia ha vaciado el Teatro Real , donde se ha echado de menos al público disfrazado de abeto, torero, bombo u obispo, el sorteo no ha dejado de ilusionar a los españoles, que han vuelto a comprar sus boletos con el deseo de acabar el día con unos cuantos euros más en la cartera.

Sin duda, el inicio del sorteo ha sido el de los quintos premios, dotados con 60.000 euros la serie y 6.000 el décimo. Por utilizar una expresión lotera, los dos primeros han sido muy madrugadores. A eso de las nueve y veinte de la mañana, las niñas Elisabeth Obarisaiagbon y Noura Akrouh cantaban el 86986 y el 37023. Más de una hora después, sobre las once menos cuarto, los dos siguientes, el 19371 y el 49769, salían en un margen de tiempo también bastante breve. En Teruel, una administración celebraba haber vendido las 172 series del último, repartiendo alrededor de 10,32 millones de euros. No mucho más tarde, a las once y veinte, el quinto premio, el 55483, hacía aparición.

El obispo y el bombo

Durante los momentos de tranquilidad del sorteo, cuando los niños continuaban cantando pero sin anunciar nuevos premios, se extrañaba el ambiente del Teatro Real otros años. Sin las entrevistas con los asistentes, sus ocurrencias y el desenfado un poco irónico de sus disfraces, lo cierto es que la mañana perdía su pimienta. Solo a las puertas del edificio, un hombre, con traje de obispo , y Manoli Sevilla, una señora que siempre va de bombo , añadían gracia a la mañana, como mostraban las fotografías de Isabel Permuy. En la televisión, una trabajadora se encargaba de limpiar el escenario, asegurando la higiene exigida por el Covid-19.

Un hombre disfrazado de obispo y una mujer vestida de bombo, en la puerta del Teatro Real Isabel Permuy

Mientras tanto, en las redes sociales, con frecuencia convertidas en los nuevos escenarios del humor, los usuarios compartían imágenes con bromas sobre el sorteo, a menudo tomándose a broma que no iban a resultar premiados. En otras ocasiones, aunque siempre con simpatía, publicaban vídeos con algún error de los niños.

Después de la retahíla de los quintos premios, había que esperar a las once y media de la mañana para que las niñas cantaran el tercero , dotado con 500.000 euros la serie, 50.000 el décimo. El elegido, el 52472, ha sido muy vendido en Cuenca, Toledo y Cádiz. Poco después, el sexto quinto premio, el 28674, era anunciado por los chicos. A las doce menos cinco, los niños volvían a repartir suerte, anunciando el primer cuarto premio, el 75891, agraciado con 200.000 euros la serie, 20.000 el décimo. El Gordo se resistía a salir, pero no por mucho tiempo.

El Gordo, a mediodía

A más de uno le ha dado un vuelco al corazón a las doce de la mañana, una hora redonda, cuando los niños volvían a agudizar su canto para anunciar el Gordo, el 72897 . Se trata del caramelo del sorteo, con 4 millones de euros la serie, 400.000 euros el décimo, y ha estado muy repartido, cayendo en Madrid, Pontevedra, Granada, Alicante, Murcia o León. Cuando se dirigían a las cámaras con las pequeñas bolas en la mano, se podía percibir que los chicos, Alexander René Herrera y Unai Barón Maldonado , se sentían orgullosos. En la televisión, el plano general del sorteo se combinaba con una pequeña imagen, donde se veía a un grupo de personas que celebraban su buena suerte. De nuevo, la pandemia se hacía omnipresente . Con mascarillas y el Covid-19 de fondo, la distancia entre las personas a menudo frustraba los gestos de cariño más espontáneos, provocando que las botellas de champán permanecieran sin descorchar.

A eso de la una menos veinte, salía el segundo cuarto premio, el 38341. Pasada la una de la tarde, llegaba el otro gran ausente, el segundo premio , que caía en el número 06095 , dotado con 1.250.000 euros la serie, 125.000 el décimo. Como su hermano mayor, también ha estado muy repartido, despertando la alegría en ciudades de toda España. Poco después, aparecía el séptimo quinto premio, con el 43.831. Solo faltaba el octavo, el 31617.

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