Fernández Alvariño, este jueves durante su ponencia en Nueva Economía Fórum
Fernández Alvariño, este jueves durante su ponencia en Nueva Economía Fórum - efe

Crece la preocupación del empresariado por la fragmentación política tras el 24M

Fernández Alvariño pide a las nuevas formaciones «estabilidad» y que «no frenen la recuperación económica»

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«Preocupación» es el sentir común de la clase empresarial gallega ante el escenario de fragmentación política que dibujaron las urnas el pasado 24M. Así lo aseguraba este miércoles su portavoz, el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), José Manuel Fernández Alvariño, quien pese a la mano tendida teme que la irrupción de nuevas fuerzas en el mapa político gallego traiga consigo la huida de inversiones. En este sentido, el máximo representante de la patronal gallega envió un mensaje claro a las Mareas y Podemos para que «no frenen la recuperación económica». Entre sus recetas, «estabilidad y crecimiento, que es lo que necesitamos los empresarios para invertir y generar empleo».

Abierto a probar nuevas formas de gestión, eso sí, bajo la advertencia de que «el papel lo aguanta todo, pero otra cosa es gobernar», Fernández Alvariño se mostró confiado en que se medirán a la hora de aplicar políticas que «vayan en contra del país».

Se refirió así a la paralización de las inversiones sobre las que alertó la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), para señalar que se trata de «algo puntual».

Las cesiones de Tsipras

«Dicen que van a asaltar el cielo, pero el cielo se asalta creando empleo», contestó desde la tribuna de Nueva Economía Fórum al líder de Podemos, Pablo Iglesias, para echar la mirada a Grecia. A propósito, recordó que la Syriza de Alexis Tsipras sigue cediendo «en sus líneas rojas».

Y de inversiones habló para aludir a las «sonrisas cínicas» que se meten con el himno de España, en clara referencia a las pitadas durante el encuentro Barça-Athletic y el gesto del presidente de la Generalitat, Artur Mas, que «dan una imagen distorsionada de España». «Se juega con la economía, con la imagen del país», afeó.

Ya en materia de economía, constató una clara recuperación, avalada por unos «magníficos datos de caída del paro y crecimiento del PIB». Y pese a que reconoció no satisfacerle plenamente, consideró que «gracias a la flexibilidad propiciada por la última reforma laboral pudimos salvar a muchas empresas». Al hilo, apuntó como claves del crecimiento «a las infraestructuras, la reindustrialización, las áreas empresariales tractoras, una política fiscal que contribuya al crecimiento y la inversión de la pirámide demográfica», atribuyendo a la CEG un papel protagonista.

Antes, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien acudió al acto para presentar a Alvariño, se refirió al emprendedor gallego como «uno de los grandes artífices de la nueva Galicia que se atreve a invertir, arriesgar, diversificar y acertar». Según dijo, la «confianza empresarial es un índice inequívoco de la confianza de la propia Comunidad, porque los proyectos empresariales no son fugaces, efímeros o momentáneos, sino que tienen ambiciosos horizontes temporales».

Y al igual que hizo el presidente de la CEG, subrayó que los datos del paro correspondientes a mayo —7.780 desempleados menos—, «nos alientan de cara al futuro». «Podemos decir por primera vez que Galicia tiene menos paro que hace cuatro años», señaló.

Para terminar, el mandatario autonómico fijó en la figura de Alvariño la combinación perfecta entre «idealismo y realismo», convencido de que las políticas económicas deben «proporcionar, al mismo tiempo, esperanza y solución». «Si acertamos con esa combinación, las encrucijadas podrán superarse sin trastornos», sentenció.

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