El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante la sesión de control al gobierno
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante la sesión de control al gobierno - m. muñiz

Feijóo reitera que el bipartito le ocultó información sobre las cajas

El presidente recibió la voz de alarma sobre las entidades a través del Rey Juan Carlos

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La hostilidad de la oposición a cualquier revisión de su etapa al frente de la Xunta de Galicia tuvo ayer una curiosa excepción propiciada por el portavoz del grupo socialista, José Luis Méndez Romeu, y por la diputada de AGE, Yolanda Díaz. Aunque la pregunta del socialista estaba dirigida a interpelar a Núñez Feijóo por la evolución de la economía, Méndez Romeu se saltó el guión y se ayudó de un reciente libro del periodista Fernando Ónega para tratar de censurar la labor de la Xunta en el proceso de venta de Novagalicia Banco al grupo venezolano Banesco.

El intento resultó fallido. Feijóo insistió en que «nadie» le advirtió sobre el estado de Caixa Galicia y Caixanova cuando llegó al poder y verificó que, tal y como recoge Ónega, fue el Rey Juan Carlos quien le informó sobre la «grave situación de las cajas gallegas» durante una audiencia en el Palacio de la Zarzuela.

El presidente de la Xunta, dadas las circunstancias descritas y reconocidas por los socialistas, calificó de «sorprendente que con tanta irresponsabilidad hable de las cajas sin ningún rubor». La explicación de Feijóo se completó con el resultado final de la operación, que «ha permitido mantener 4.500 empleos directos y una entidad vinculada a su territorio». Feijóo le recordó a Méndez Romeu que «cuando nos fuimos en 2005 en Galicia el riesgo hipotecario era de 3.500 millones y nos encontramos con 17.000 millones» y se preguntó: «cuando el índice de morosidad subía más del 8%, ¿a qué se dedicaban?». Además reprochó la ausencia de cualquier tipo de información sobre la situación de las cajas durante la transmisión de poderes en el gobierno de la Xunta, proceso del que Méndez Romeu tuvo amplio conocimiento: fue el interlocutor designado por el bipartito para la negociación con el PP.

El siguiente capítulo sometido a escrutinio fue la situación económica de la Comunidad. El presidente gallego reconoció que las tasas de la recuperación son inferiores a la media estatal, pero mostró su «optimismo» por el crecimiento sostenido. «Hoy no es un pleno más, me preguntan por una entidad que ya no da pérdidas y una economía gallega que empieza a crecer», se felicitó.

«Crecimiento sostenido»

En todo caso, Núñez Feijóo negó que los datos sean tal y como los planteó la oposición. Contrapuso el crecimiento sostenido de la economía gallega o la suma de 15.000 afiliados más a la Seguridad Social. El titular de la Xunta reconoció que donde se falló fue en la industria, fundamentalmente en el comportamiento del naval, la automoción y la producción energética. De hecho, señaló que si Galicia hubiese tenido un comportamiento en el sector industrial similar al de la media de España, su economía hubiese crecido «por encima del 1 por ciento». En todo caso, recordó que su Ejecutivo está trabajando para que esto cambie y señaló que en el naval hay contratos «en ejecución o firmados» por 1.300 millones de euros y que la multinacional Citroën hará su nuevo modelo de furgonetas en Vigo.

La oposición volvió a repetir que los datos ofrecidos por el presidente de la Xunta son «malos». Los socialistas le acusaron de vivir en un «mundo irreal» y el nacionalista Francisco Jorquera de «llevar errando durante cinco años en las previsiones económicas». Por su parte, Yolanda Díaz, le pidió su dimisión «porque no se cansa de presumir». «A mí usted no me despide, me despide el pueblo de Galicia, y aún no lo ha hecho», replicó Feijóo a la viceportavoz de AGE.

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