El doctor Herminio González Suárez ha realizado la intervención
El doctor Herminio González Suárez ha realizado la intervención - abc

Un hospital gallego aplica con éxito el primer tratamiento de baja dosis para el cáncer de próstata

La intervención la ha llevado a cabo la Unidad de Braquiterapia Prostática de Nuestra Señora de la Esperanza. La técnica permitirá destruir totalmente el tumor sin afectar a otros tejidos

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La Unidad de Braquiterapia Prostática del hospital Nuestra Señora de la Esperanza, de Santiago de Compostela, ha aplicado con éxito el primer tratamiento a un paciente con cáncer de próstata. Según informa el propio hospital en un comunicado, en menos de una hora, el doctor Herminio González Suárez introdujo unas fuentes radiactivas llamadas semillas en la glándula prostática del paciente que emitirán radiación de baja dosis a corta distancia durante un año, lo que permitirá destruir totalmente el tumor sin afectar a otros tejidos y órganos, como el recto o la vejiga.

La técnica se realiza en una única sesión, a diferencia de la radioterapia externa que precisa entre 35 y 38 sesiones. El paciente, que recibió el alta pocas horas después de la operación y hace vida completamente normal desde el primer día, solo tendrá que acudir a sus revisiones habituales para realizar la analítica rutinaria de PSA.

A diferencia de la Braquiterapia de alta dosis en sesión única «cuyos resultados no están acreditados», la de baja tasa lleva aplicándose más de 25 años «con una tasa de curación de más del 98 %, lo que acredita sobradamente su eficacia», sostiene González.

La Braquiterapia es efectiva solo para tumores localizados en la próstata, pues no se aplica si hay afectación de ganglios o metástasis. Según el doctor, en Galicia sería factible «para casi 5.000 pacientes al año», puesto que el cáncer de próstata afecta en la Comunidad anualmente a unos 5.500 hombres y más del 85 % de los casos se diagnostican en fases muy incipientes. Además, apenas provoca incontinencia urinaria y la tasa de impotencia sexual no llega al 5 %, mientras que alrededor del 60 % de los pacientes operados sufre impotencia y el 9 % incontinencia.

Ventajas frente a la radioterapia

De hecho, esta técnica presenta varias ventajas con respecto a la radioterapia convencional, ya que administra el tratamiento únicamente donde existe la enfermedad y respeta los órganos que existen alrededor, por lo que los pacientes no tienen efectos secundarios, y también requiere de menos consultas con el médico.

González asegura que es la «mejor alternativa, muy por encima de la cirugía», no solo a la convencional sino también a la laparoscopia y a la robótica. En los últimos años «se habla mucho de los robots que permiten intervenir el cáncer de próstata con más garantías, pero el aparato no opera solo por lo que sus resultados dependen de la destreza del cirujano que lo maneja, que debe tener una gran experiencia para lograr un buen resultado», ha indicado.

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