Los cinco parques más bonitos de Valencia
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Los cinco parques más bonitos de Valencia

La ciudad ofrece unos espectaculares rincones verdes para dar un paseo y desconectar del bullicio

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La ciudad ofrece unos espectaculares rincones verdes para dar un paseo y desconectar del bullicio

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  1. Jardines de Monforte

    Los Jardines de Monforte son un extraño oasis de paz y tranquilidad en mitad de la jungla de asfalto que la rodea más allá de sus muros. Situado en las inmediaciones de La Alameda y los Jardines del Real, este parque de estilo neoclásico no solo ofrece el espectáculo de la naturaleza, sino el de decenas de estatuas de mármol, estanques y conjuntos arquitectónicos. No en vano fue declarado Jardín Artístico Nacional en 1941.

    Consta de tres partes bien diferenciadas: el palacete o pabellón de descanso, dos pequeños jardines privados y una tercera parte más extensa ocupada por los jardines en sí mismos.

    Los Jardines de Monforte se construyeron a mitad del siglo XIX, cuando Juan Bautista Romero, marqués de San Juan, adquirió un huerto a las afueras de la ciudad y decidió invertir grandes sumas de dinero para transformarlo en un jardín. Contó para ello con el arquitecto valenciano Sebastián Monleón Estellés (autor a su vez de la plaza de toros de Valencia). Años más tarde la propiedad pasó a manos de Joaquín Monforte. En la actualidad es gestionado por la Fundación Pública Municipal de Parques y Jardines Singulares, y su acceso es gratuito.

  2. Jardines de Viveros

    Su historia, valor cultural, ecológico y paisajístico, así como su extensión y diversidad botánica hacen de los Jardines del Real (también llamados de Viveros) los más emblemáticos de la ciudad. Su origen está en los huertos-jardín el Palacio Real, destruido en el siglo XIX para evitar que el ejército francés la tomara para bombardear desde allí la ciudad.

    Su trazado responde a diversos estilos de jardinería, fruto de las diferentes remodelaciones realizadas, con parterres de estilo romántico en su zona sur, zonas que imitan paisajes naturales en su parte norte, o la conocida “Rosaleda”.

    Entre su gran diversidad arbórea (con 2.769 ejemplares de 167 especies diferentes), y 167 especies botánicas diferentes, destaca la alineación de Washingtonias filiferas del paseo de entrada, la Jacaranda mimosifolia y el Podocarpus macrophyllus frente a la Alquería de Canet.

    En el interior del Jardín de Viveros se sitúa el Museo de Ciencias Naturales de Valencia, un edificio racionalista diseñado por Luis Gay, así como una de las entradas al museo San Pío V, que a su vez conecta con el Patio del Embajador Vich.

    El conjunto fue cedido al Ayuntamiento de Valencia en 1903 para su explotación como vivero municipal.

  3. Parque de Cabecera

    Si los parques anteriormente citados deben su importancia a su carácter histórico o a sus cualidades paisajísticas, el de Cabecera destaca por su amplitud y su versatilidad para realizar todo tipo de actividades deportivas y familiares.

    Ubicado en el área noroeste de la ciudad, en el lecho histórico del río Turia, este parque prolonga el cinturón verde del antiguo cauce. Su diseño tiene como protagonista un lago artificial y cuenta con carril bici e infraestructuras lúdicas para niños, de ahí que sea uno de los parques más populares de la ciudad. Dotado con más de 330.00 metros de extensión, dispone además de un auditorio al aire libre, un embarcadero y un bar.

    Se divide en cuatro zonas: el Bosque de la Ribera, la Plataforma Mirador, el Bioparc y el parque de atracciones. La Plataforma Mirador, situada en una colina, es la única zona elevada del Parque de Cabecera donde se puede disfrutar de una vista panorámica del conjunto del parque.

  4. Jardín de Ayora

    A finales del siglo XIX, Don José Ayora, un comerciante de éxito, encargó al maestro de obras Pelegrín Mustieles el proyecto de una finca suburbana típica del entorno rural valenciano. Del empaque original de este palacete, declarado Monumento Histórico-Artístico, apenas quedan vestigios. Sin embargo, el Jardín de Ayora que lo circunda ha quedado como un ejemplo de jardín monumental burgués de estilo modernista.

    Entre las especies botánicas presentes en este parque destacan los pinos, las palmeras, laureles, chorysias, jacarandas, mimosas, naranjos, limoneros, eucaliptus y varios ficus centenarios.

  5. Jardín Botánico

    Este carismático jardín-museo, situado en las inmediaciones del centro histórico de Valencia y adquirido por la Universidad de Valencia en 1802, fue creado bajo la influencia de la Ilustración con la finalidad de ampliar el conocimiento sobre el mundo vegetal de las colonias. En sus orígenes fue un jardín de aclimatación de flora americana y posteriormente sirvió como centro de experimentaciones para obtener nuevos cultivos para la huerta valenciana.

    Este “punto verde” de la ciudad permite pasear a través de la vegetación de todos los continentes, desde los más exóticos hasta los propios mediterráneos. Cuenta con más de 3.000 especies diferentes de árboles y plantas. Respondiendo a sus obligaciones divulgativas, el Jardín Botánico tiene un apretado programa de actividades culturales.

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