Imagen de una de las escenas del musical
Imagen de una de las escenas del musical - ABC
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Las 50 sombras fallidas del macho ibérico llegan a Valencia

El musical inspirado en la trilogía de E. L. James aterriza este miércoles en el teatro Olympia

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La historia de amor, sexo y sometimiento del superventas «50 sombras de Grey» tiene mucho tirón cómico. La idealización de la virilidad masculina del protagonista y el fenómeno social generado entre muchas «mujeres de bien» con teórica aversión al porno ha resultado ser carne de chiste. Así lo demuestra el éxito del musical de Broadway que, basándose en la trilogía de E. L. James, traslada la novela al lenguaje teatral, dotándola de buenas dosis de guasa y surrealismo.

Tras vender más de 30.000 entradas durante los seis meses que estuvo en cartel en Madrid, la adaptación española de esta producción llega mañana al teatro Olympia de Valencia, donde se representará durante cinco días.

El director de la obra, Jesús Sanz, nos pone en antecedentes.

No se trata de una versión musical de la novela, advierte, sino una aproximación cómica a su argumento. La acción camina sobre dos universos; el mundo real (en el que tres mujeres de un club de lectura deciden meterle mano a «50 sombras de Grey») y la ficción del libro, interpretada por los álter ego –convenientemente ridiculizados– de Christian Grey (Miguel Ramiro) y Ana Steele (Teresa Abarca). Aquí el galán millonario se transforma en un típico «macho ibérico» con bastantes más fobias de las que deja ver el personaje original.

Maltrato

Miguel Ramiro, protagonista de la comedia, no se reconoce entre los fans de la novela, «que no es otra cosa que la historia de un maltratador y una maltratada». «Hemos creado un Christian Grey con miserias, un poco pelele e incluso bipolar, porque trata de estar a la altura, pero en el fondo tiene demasiados traumas no superados», explica.

Entre gag y gag se suceden coreografías y canciones de soul y jazz interpretadas en riguroso directo. Y también, como era de esperar, mucho erotismo. A Jesús Sanz le resulta simpático el fenómeno de masas que ha acompañado a «50 sombras de Grey» desde su publicación (cuenta ya con más de 60 millones de ejemplares vendidos). «Es curioso porque al parecer mucha gente tímida y con tapujos comenzó a probar cosas nuevas a raíz de leer el libro. Me imagino a la típica señora de mentalidad clásica partiéndose de risa al intentarlo con su marido», comenta. «Creo que una de las claves del éxito de este montaje es que trata de un tema tan universal como el sexo. Y en el sexo es muy importante el humor».

Seguidores de la saga

A tenor de su experiencia durante los últimos meses, gran parte del público está formado por seguidores de la saga erótica, que creen que van a encontrarse con una adaptación fidedigna y se topan con un espectáculo «salvaje y gamberro» que además incluye la interacción con el público. Al final, nos cuentan, los maridos se lo pasan casi mejor que sus mujeres. Probablemente se sienten muy satisfechos al descubrir que ese tal Christian Grey no era para tanto.

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