Concha Montaner posa sentada sobre la piedra olímpica en L’Eliana
Concha Montaner posa sentada sobre la piedra olímpica en L’Eliana - ROBER SOLSONA
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Concha Montaner: «Quiero intentar llegar a los Juegos de Río y luego ya veremos qué decido»

La saltadora lleva cinco lustros en el primer nivel del atletismo y sigue en plena actividad

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En el deporte, si no hay alma poco o nada se logra. Una carrera dilatada y exitosa se fundamenta no sólo en el talento, sino en la absoluta disposición al esfuerzo, al sacrificio y al compromiso para con una disciplina. Más si cabe si es individual, porque nadie, en un momento de debilidad, puede cubrir las sombras. La pasta de la que están hechos los atletas tiene su especialidad. Concha Montaner (L’Eliana, Valencia, 14/1/1981) es uno de los nombres de la nobleza del atletismo español. La reina del salto de longitud. ABC ha sido testigo y notario de la carrera de una de las deportistas de mayor calado de la Comunidad. Campeona del mundo junior en 2000, bronce absoluto en el Mundial de 2006, plata continental en Birmingham 2007, dieciocho veces campeona de España y acudiendo a tres Juegos Olímpicos.

Es la saltadora de longitud nacida en España con mejor marca de la historia con un brinco de 6,92 metros. Madre, trabajadora y atleta, Montaner recuerda con este diario su dilatada carrera.

-Mundial de Santiago de Chile en 2000. Histórico.

-Fui campeona del mundo junior. Tenía 19 años. Ese año lo afronté con la idea de hacer medalla en Chile e ir a los Juegos de Sidney. Luego, había que hacerlo, claro. Si dos años antes me lo hubiesen preguntado, no me lo podía plantear. En el 98, fui al Mundial junior siendo juvenil. Lo hice en el relevo 4x100. En longitud, no llegaba a seis metros; no ganaba el campeonato de España. Sólo lo gané en el 100, pero en la longitud no. El año siguiente comencé a explotar. Hice récord de España en pista cubierta y en aire libre y fui subcampeona de Europa junior con la misma marca que la primera. Quizás fue en 1999 cuando comenzó a aparecer la verdadera Concha Montaner.

-En el marco absoluto, ¿2002 fue definitivo?

-Creo que aquel año fue el de mi explosión como atleta absoluta. Salté 6,73 en pista cubierta, haciendo segunda mejor marca europea del año. Luego, el Europeo no me salió bien. En aire libre, parecía que ese 6,73 era un freno, pero llegó la tercera jornada de liga y salté 6,89, poniéndome cuarta marca mundial del año y segunda europea. Aquello se vendió como un fracaso.

-¿Cómo se toma una que ese tipo de hitos se pretendan convertir en un fracaso?

-En ese momento, te quema y te sienta mal. Para mí, además, tenía que haber sido medalla. Hasta casi el final de la prueba yo iba tercera. Podía dar medio la razón a que se vendiese así. En ese momento tenía 21 añitos. Ahora, miro atrás y pienso que hay veces que he competido bien, otras mal, pero ha sido lo que en ese momento me ha respondido mi cuerpo. Es decir, en todo momento he dejado todo lo que tenía.

-La medalla de bronce mundial de 2006 le llegó siete años después. Kotova pagó hacer trampas, pero a usted le quitaron el podio.

-Como siempre digo, es una medalla fría. Sin sentimiento. En tu palmarés dice que eres medallista en un Mundial -aquel fue en Moscú-, pero perdí aquel momento en el cajón. Kotova compitió dopada y fue la ganadora. Al final, se hizo justicia. Pero se queda en algo frío.

-Diferente fue el ser subcampeona de Europa un año después.

-Cuando vi que era subcampeona de Europa lo disfruté muchísimo. Lograda esa plata, durante mucho tiempo pensé que me quedaba por ganar una medalla en un Mundial absoluto, pero cuando vino

Es la saltadora de longitud nacida en España con mejor marca: 6,92 metros

la de 2006, aunque fría, añadí ese metal. ¿Podría haber hecho más? Sí. Pero también es justo decir que desde 2000 hasta 2012, los dos últimos años no los cuento, pero espero volver a estar en 2016 bien, son muchos en los que he estado a primer nivel. Durante diez años estuve entre las diez mejores del mundo con marca.

-¿Qué ve si echa la vista atrás?

-Es una carrera muy dilatada, con muchos campeonatos, con muchas finales, con muchas calificaciones, con Copas de Europa y del mundo… Se pueden decir muchas cosas, pero tengo cinco finales de un Mundial -entre pista cubierta y aire libre-, tres en europeos, además de participar en tres Juegos Olímpicos.

-¿Hasta cuándo o dónde planea que llegue su carrera?

-Primero quiero intentar llegar a mis cuartos Juegos Olímpicos, que serían los de Río. Luego, veré. También tengo que decir que tengo una hija, reclama más atención y yo llevo muchos años. No me cuesta entrenar, ni competir, pero aparecen dolores contra los que intentas luchar. Además, hay que trabajar… Bueno, se verá.

-¿Cómo ha cambiado el atletismo?

-Veo que sí que hay estrellas emergentes. Hay gente con mucha calidad. Pero no veo mucha gente que mantenga una marca a nivel europeo o mundial con continuidad. Un año, dos , tres… pero se diluye. Yo estuve diez años entre las diez mejores del mundo con marca. Pero no sólo yo, obviamente. Hablo de Carlota Castrejana, Ruth Beitia, Antonio Reina, Higuero… y muchos otros atletas, que han estado años, año tras año.

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