Imagen de Matisyahu durante un concierto
Imagen de Matisyahu durante un concierto - ABC
OPINIÓN

Matisyahu, semblanza de un músico

«En las letras que he podido leer no he podido advertir una línea, siquiera de forma tangencial, de la que pueda deducirse cualquier clase de racismo»

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¿Quién es Matisyahu? ¿ Se trata realmente de un peligroso sionista cuyos mensajes causan la discordia entre los pueblos especialmente hacia el pueblo palestino?. Para empezar se trata de un artista norteamericano, concretamente de Pensilvania, lo cual en esta historia no debería significar nada. Su familia, como suele ser habitual en los EEUU, se trasladó en varias ocasiones de domicilio, primero a California y a Nueva York. De allí viaja a Israel llamado por la curiosidad por conocer más profundamente la religión de sus ancestros convirtiéndose en un practicante y estudioso de la religión hebrea. Es practicante del Judaísmo Jasínico cuya traducción es “Práctica de la bondad y piedad”, con orígenes en Ucrania y por ende propio de los Askenazy.

Es cierto que se trata de una práctica bastante estricta de la Torá, pero cada persona decide su religión y su práctica. Si están esperando que entre en el lado oscuro de este artista en lo que se refiere a su postura política en el conflicto con Palestina, solo puedo decir que la desconozco. También desconozco la de usted, que está leyendo esta semblanza.

Únicamente puedo decir que en las letras que he podido leer, básicamente en inglés (aunque que estuvieran escritas en hebreo creo que tampoco sería relevante ¿no?), no he podido advertir una línea, siquiera de forma tangencial, de la que pueda deducirse cualquier clase de racismo o ataque al pueblo Palestino y sus derechos. Es más, no he visto a nadie hasta el momento extraer un texto de sus letras o declaraciones que al margen de la exaltación de los valores su religión (¿hay algo malo en ello?) cuestione, ataque a otro pueblo, raza, o religión. Bien al contrario, como es habitual en las letras propias del movimiento de base reggae se habla de sentimientos bienintencionados de fraternidad, paz y amor y, es cierto, de Dios y de religión. De su religión.

En cuanto a su música, en especial a la vista de su último disco AKEDA, sinceramente, creo que el público del Rototom se ha perdido un buen artista respaldado por una excelente banda.

Matisyahu lleva a cabo una música expansiva, bastante bailable, especialmente en su último disco AKEDA, en el que practica un estilo muy ecléctico, comercial y apto para todos los públicos. Cualquier influencia puede aparecer siempre dentro de unos márgenes de accesibilidad (entre la música de influencias tradicionales judías “Summer Wind” y la rabiosamente comercial “Shunsine”, casi de radiofórmula). Matisyahu alterna los pasajes rapeados con otros más melódicos, de clara tendencia pop y rock incluso. Su primer disco Shake Off the Dust... Arise publicado en 2004, es el que se evidencia más enraizado con los ritmos del Reggae más canónico y con letras más multiculturales. Le sigue Youth, el disco publicado en 2006 que todavía hay que situarlo en un contexto de clara naturaleza reggae, (Jerusalem o Late Night in Zion son temas que reflejan el mundo en el que Matisyahu desarrolla su vida espiritual).

Tengo entendido que es la primera vez en su carrera que este artista es obligado a cancelar su concierto por una causa relacionada con su personal relación con la religión y por su condición personal. Esta noche Matisyahu toca en la ciudad alemana de Frankfurt y mañana en la República Checa. Creo que queda dicho todo con ello. Ahora los organizadores del festival que crucen los dedos para que Matisyahu no se convierta en un artista de relevancia internacional, porque habrán hecho el papelón de su vida y una mancha negra indeleble se propagará sobre este festival y de alguna forma sobre este país. Pensaba que estas cosas ya no pasaban. Una decepción más, y ya van demasiadas. Qué poco se ha escuchado a la gente de la música y la cultura estos días. Eso sí, este desgraciado asunto le ha aportado al festival un buen cargamento de publicidad y relevancia. Lo que dudo es si esa notoriedad ha sido positiva. Mucho me temo que no.

*Joaquín Guzmán es crítico musical

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