La playa está en casa

Pese a ser la Comunidad más grande de España, Castilla y León carece de costa en cualquiera de sus fronteras, y son muchos los que se desplazan hacia otras regiones en busca de aguas donde darse un chapuzón durante el verano y escapar del calor del estío. Sin embargo, Castilla y León cuenta con varias zonas de baño naturales como playas fluviales, embalses, lagos o gargantas muy concurridas gracias a su proximidad.

Quizás una de las más famosas sea la «playa» de las Moreras, en Valladolid. Eterna fuente de discusiones entre los locales y los forasteros sobre el uso de la palabra «playa» para referirse a este espacio, lo cierto es que cuando aprieta el calor son muchos los que se dejan ver a orillas del Pisuerga tomando el sol o dándose un baño bajo la atenta mirada del edificio Duque de Lerma.

Su cercanía con el centro de la ciudad y el parque que lo flanquea hacen de esta un plan perfecto para una tarde de verano.

En Navalongilla, Ávila, la famosa Garganta de los Caballeros atrae a locales y autóctonos gracias a la imponente poza de aguas cristalinas y el entorno natural que la rodea. Un remanso de paz en la Sierra de Gredos.

En Salamanca, el río Tormes a su paso por distintas localidades como Béjar, Guijuelo o Ciudad Rodrigo ha desembocado en una lista de playas fluviales en los márgenes del río muy aprovechadas por los autóctonos para hacer frente al agobiante calor que azota la zona en los meses centrales del año.

Rayando con Portugal, en la provincia de Zamora, se encuentra el Lago de Sanabria, una de las zonas turísticas por excelencia de la Comunidad. De gran extensión, se ha tornado en ideal para la práctica de deportes acuáticos, o, simplemente, para pasar una refrescante jornada de verano.

En Cervera de Pisuerga, Palencia, el embalse de Ruesga cuenta con una playa artificial y una gran superficie de agua dulce que facilita el uso de pequeños pedales para moverse por el embalse. También se pueden realizar actividades acuáticas que no requieran una embarcación a motor, y cuenta con zonas de barbacoa o acampada para que no falte de nada durante la jornada veraniega. Como curiosidad para los más atrevidos, el embalse de Ruesga cuenta con una zona nudista.