«Hay que aumentar la masa crítica en investigación»

Casado asegura que tanto universidades como empresas son hoy mucho más conscientes del potencial de su relación. Pero hay camino por recorrer aún.

-¿Cuál es el nuevo enfoque del Plan de Transferencia de Conocimiento Universidad - Empresa 2015-2017?

-Apuesta por procesos de selección de proyectos de transferencia de conocimiento en régimen de concurrencia competitiva, con convocatorias abiertas a toda la comunidad universitaria que tengan un reflejo directo en el desarrollo curricular de los investigadores. Con ello se pretende superar el modelo actual, en el que las actividades de transferencia todavía tienen cierto carácter excepcional, para avanzar hacia un nuevo modelo con mayor masa crítica, en el que este tipo de actividades estén generalizadas entre los investigadores universitarios de nuestra región y se integren de una manera natural en la planificación estratégica de nuestras universidades.

Y a través de ese nuevo planteamiento será importante ir identificando nichos de especialización científica y económica que permitan establecer colaboraciones universidad - empresa de carácter estratégico, en línea con lo previsto por la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3), 2014-2020.

-¿Qué disfunciones y necesidades cree que aún presenta esa relación entre la universidad y la empresa en la Comunidad?

-Los principales problemas tienen que ver con la escasa masa crítica de unos grupos de investigación pequeños y seguramente demasiado dispersos, que además no ven reconocidos adecuadamente sus logros en materia de transferencia de conocimiento. Necesitamos aumentar la masa crítica generalizando este tipo de actividades, adecuar las reglas de colaboración universitarias a las necesidades de las empresas, concentrar actividades en los nichos más productivos y también que las actividades de transferencia tengan reflejo claro en el desarrollo curricular de nuestros investigadores. Adicionalmente, también necesitamos mejorar la interlocución universidad - empresa propiciando una mayor especialización y profesionalización de las oficinas de transferencia de conocimiento universitarias.

-¿Es la universidad consciente de las necesidades del mundo empresarial para poder aportar su conocimiento a esa realidad de la empresa?

-Por su propia naturaleza, siempre a la vanguardia del saber, creo que la universidad tiene una visión privilegiada de los grandes desafíos científico-técnicos de nuestro tiempo. De eso que se suele llamar «prospectiva tecnológica». Y esa visión de futuro ofrece un potencial de colaboración que a veces se les escapa a las empresas. Por el contrario, si bajamos al terreno del día a día, a los problemas y necesidades cotidianas de las empresas, todavía nos encontramos con un gran desconocimiento entre nuestros investigadores universitarios. Con planes como el nuevo Plan TCUE, y con el resto de las actuaciones de los últimos años de la antigua Estrategia Universidad - Empresa 2008-2013, intentamos hacer llegar necesidades empresariales concretas a los investigadores universitarios, con la idea de que estos se involucren en la búsqueda de soluciones mediante proyectos conjuntos de I+D+I. El éxito de algunas experiencias como el «Desafío Universidad - Empresa» nos indica que ése es el camino a seguir.

-¿Ha aumentado o disminuido esa relación entre universidad y empresas?

-Ha ido aumentando, a pesar del lastre que ha supuesto la crisis económica de los últimos años para ambas partes. En todo caso, lo que es indudable es que que tanto universidades como empresas son hoy mucho más conscientes del potencial de esa relación y tienen un interés creciente por explotarlo. Desde la Junta de Castilla y León, con el permiso de la crisis que afortunadamente vamos dejando atrás, intentaremos ayudar con planes como el TCUE.

-¿Ha crecido o decrecido la desconfianza de hace unos años desde la empresa en el valor que le puede reportar recurrir al conocimiento de las universidades?

-Yo diría que las empresas son cada vez más conscientes de la ventaja competitiva que aporta la I+D y de que en ese camino la universidad, especialmente en regiones como la nuestra, es un socio muy valioso.

-¿Cómo aumentar esa confianza?

-Creando un entorno y unas condiciones favorables, propiciando la aparición de marcos y puntos de encuentro entre ambas partes, ayudando a los profesionales de la transferencia de las universidades, apoyando el desarrollo de proyectos conjuntos de I+D y por último, difundiendo experiencias concretas que sirvan para demostrar que la colaboración puede ser una herramienta importante de progreso empresarial.