BABILONIA EN GUAGUA

Extraños en el paraíso

La adolescente gracieta como tarjeta de presentación o cómo hacerse famoso con el trabajo de los demás por unos segundos… Todo vale

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EN estos días azules de octubre, mientras la NASA anuncia que ha encontrado agua en Marte, y por tanto aprietan el acelerador para justificar el presupuesto destinado a encontrar vida inteligente ahí fuera, muchos se preguntan si no saldría más barato encontrarla aquí. Entiéndase la inteligencia, el agua ya hace mucho que se encontró. Incluso se canalizó, y no contentos con eso, fue tasada para que ningún sediento evitara su peaje.

Las primeras de los diarios se llenan en estas jornadas con aperturas de juicios, nuevos imputados por diferentes casos en las Islas, promesas (que quién sabe si en un futuro acabaran siendo portada por causa penal) y un reguero de reproches que posiblemente acaben en lo mismo. Más de lo mismo.

Nada nuevo bajo el Sol pese a ser la generación más preparada de la historia de Canarias. Aunque tampoco es de extrañar, mucho de lo que vemos no son sino los efectos de la época dorada del pelotazo. De cuando se abandonó la cultura del esfuerzo personal para abrazarse a meterla doblada con cualquier excusa y así ganar un puñado de pesetas. De cuando las rayas daban ese toque especial a la noche. Las diplomáticas, obviamente.

La teoría darwinista de la evolución requiere de un par de capítulos especiales en nuestra patria baifa. En un punto de nuestra particular evolución algo falló. Borrachos de dinero fácil, de exprimir soluciones para sacar pasta (y que además cada vez requiriera menos esfuerzo), llevó al paradigma de lo chabacano a copar incluso las tertulias más exquisitas.

En estos días en Santa Cruz de Tenerife se ha rodado la quinta entrega de la saga de Bourne. Y la buena noticia ha sido la consolidación de Canarias como plató de rodaje, además del reguero de contrataciones de personas y de material que ha requerido esta producción de Hollywood, con el bueno de Matt Damon a la cabeza.

Lo malo es nuestra manera de hacer las cosas. Desde escándalos en la contratación de personal por algunos empresarios al no comprender que la esclavitud en nuestro estado se abolió en 1837, hasta buscadores del grial que por unos minutos de gloria interrumpen escenas cifradas en muchos ceros para colgar su gracieta en las redes, o los que avanzan la trama para alzarse cual modernos Hermes al Olimpo de los medios.

Personajes extraños en un paraíso anacrónico que no dejan de adjetivar un estilo de vida que sigue estando latente en nuestro ADN. Cómo evitar responsabilidades, cómo trincar y que no te pillen, cómo defraudar, la adolescente gracieta como tarjeta de presentación o cómo hacerse famoso con el trabajo de los demás por unos segundos… Todo vale.

Ya puestos, y volviendo al tema de la NASA, cualquier inversión en la búsqueda de vida inteligente será inútil. Si realmente hubiera alguien con dos dedos de frente ahí fuera, lo más seguro es que después de observarnos pusiera pies en polvorosa. Qué suerte, ellos pueden elegir.

Buenos días, y por si no volvemos a vernos: buenos días, buenas tardes y buenas noches.

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