opinión

Estar en la inopia

Los motivos del resultado del PP se podrían sintetizar en quebrar una autonomía y robar a espuertas

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La expresión común, estar en la inopia, viene a significar que uno no se entera de lo que sucede en el entorno, sobre todo cuando es algo conocido por los demás. Sorprende mucho que tras la debacle sufrida por el Partido Popular a lo largo y ancho de toda la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, secretaria regional de la formación, manifieste que lo sucedido «requiere un examen exhaustivo» para analizar «por qué los ciudadanos no nos han votado». No sé lo completo y sesudo que será ese estudio de las causas, pero por facilitar el trabajo a la señora Bonig podríamos sintetizar las razones en dos lo suficientemente diáfanas: quebrar una comunidad autónoma y robar a espuertas.

Sin discurso creíble ante la profusión de escándalos locales y autonómicos, escuchar reclamaciones como la del trasvase del Ebro por parte del cabeza de lista provincial en plena campaña sonaba a chirigota o a estar en la inopia.

Así las cosas, pese a ser el partido más votado en Alicante y obtener un mejor resultado porcentual local que autonómico, la pérdida de casi la mitad del electorado condena a los populares irremisiblemente a la oposición si las fuerzas de izquierdas alcanzan previsiblemente un pacto de gobernabilidad municipal.

La lógica de los votos impone que el candidato a alcalde sea el socialista Gabriel Echávarri, pues pese a empatar a seis concejales con Guanyar obtuvo cerca de 2.500 votos más. La tercera pata de la posible coalición de izquierdas es Compromís. Sin duda, la formación encabezada por Natxo Bellido en Alicante ha sido la gran sorpresa de la jornada electoral al conseguir tres ediles y resultar clave para la formación de una mayoría progresista. De la capacidad de acuerdo entre estas tres formaciones depende la constitución de un equipo de gobierno que rompa con un pasado lastrado de imputaciones y entreguismo al capo de la ciudad, el constructor Enrique Ortiz.

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