Echávarri ve positivo el tripartito que hace unos días repudiaba

Gabriel Echávarri, cabeza de lista del PSOE en Alicante, podría lograr el dudoso honor de llegar a la ceremonia de investidura del Ayuntamiento con un incumplimiento bajo el brazo. Tan sólo unos días han pasado desde que repitiera en sus entrevistas su rechazo frontal a un tripartito para dirigir el Consistorio a autoproclarmarse líder de una alianza de izquierdas en base a la exigua diferencia en sufragios absolutos que le sitúa por encima de Guanyar Alacant.

Los seis concejales obtenidos por su formación –los mismos que Ciudadanos y Guanyar Alacant (GA)– suponen una pérdida del 25% con respecto al registro de su compañera Elena Martín en 2011, pero le sitúan en disposición de formar gobierno junto a Miguel Ángel Pavón (GA) y Natxo Bellido (Compromís), que aportaría tres.

La cercana posibilidad de obtener la vara de mando le hizo variar su discurso inmediatamente después de conocerse los resultados. Ayer, en declaraciones a la cadena Cope, repitió el mismo discurso que ya avanzó ante los mismos micrófonos durante la noche electoral. «PSOE, Guanyar y Compromís tenemos mucho más que ver entre nosotros que cualquiera de nosotros con el PP», contestó a la pregunta del periodista Denis Rodríguez.

Una respuesta que difiere totalmente de la otorgada en plena campaña, cuando expresó su rechazo total a un tripartito de la siguiente forma: «No estoy dispuesto a ser el alcalde de una locura. No hay que buscar una mayoría absoluta artificial». Además, en la entrevista concedida al diario Información sólo unas horas antes de las elecciones opinaba que esa fórmula «siempre acaba estallando».

Ronda de contactos del PP

Por su parte, el Partido Popular, comunicó ayer que tras la reunión mantenida en la sede local, la candidatura de Asunción Sánchez Zaplana había decidido abrir una ronda de contactos con el resto de formaciones representadas en la próxima corporación, una vez se hayan celebrado las reuniones correspondientes de los órganos internos de la formación: comité nacional, junta directiva regional y junta directiva provincial.

«Ser la fuerza más votada, con más de 38.000 votos y ocho concejales, nos sitúa en la responsabilidad de buscar un gobierno estable para Alicante, y sólo el diálogo y el consenso lo permitirán», manifestó la candidata, que no obstante admitió que el reparto de fuerzas del futuro Ayuntamiento «será complejo», aunque «precisamente por eso requiere altura de miras por parte de todas las formaciones».

Los resultados obtenidos el domingo han supuesto un duro golpe para los populares en la ciudad de Alicante. Alguno de sus pesos pesados reconocía ayer que ni en la más pesimista de las previsiones se barajaba una sangría de votos como la sufrida, con nada menos que diez concejales menos que los alcanzados en los comicios de 2011.

El desgaste continuado por los escándalos protagonizados por Sonia Castedo en el plano local y la actitud de su equipo en los últimos cuatro año junto al cambio de tendencia política en toda España eran señalados como principales motivos, aunque voces más críticas avanzaban ya la necesidad de una renovación de nombres e ideas.