el descanso

Juego de cronos

"Se odia siempre al que detenta el poder aunque anteponga el sentido común a los intereses"

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Además de la acepción en materia deportiva, que indica el tiempo empleado por un atleta en completar una prueba de velocidad, en la mitología griega, Crono, era el miembro más joven y potente de la primera descendencia de Gea y Urano. Como muchas veces sucede en la vida real, el joven Cronos, derrocó a su padre y gobernó hasta que otros, sus propios hijos, le sometieron al recuerdo del pasado, obsequiándole con el mayor presente que, por aquella época, tenía reservado el hijo para su padre.

Con la convención nacional del PP hace un par de semanas en Madrid y la que vivió este pasado fin de semana en Valencia, con carácter autonómico, el PSOE de Pedro Sánchez, ese que según algunos de sus propios hombres de filas cada vez está más amortizado, me ha sido difícil no acordarme de grandes series, de ayer y de hoy, emitidas en la pequeña pantalla, como: Dallas, Dinastía o Juego Tronos.

Historias entrecruzadas de dos, tres y hasta cuatro familias, en las que se muestra el parecer y desaparecer de más un protagonista. Casi siempre manteniendo los mismos patrones de intriga y giros inesperados. Ya se apelliden: Lannister, Carrington o Ewing. En toda serie hay un pequeño Maquiavelo retorcido, un inocente galán al que todos convierten en diana de sus dardos y un aglutinador, con aspecto de pacifista, capaz de poner orden apelando al interés general de la familia.

Así como el joven Cronos usó una hoz para destronar a su padre, segándole de cuajo toda su virilidad, en las series y en la vida real, se odia siempre al que detenta el poder aunque anteponga el sentido común a los intereses, teniéndose que medir con los que, sin reinar, conjugan la sombra del poder.

El juego ha comenzado. Alicante y la Comunidad Valenciana son plazas indispensables para conseguir la victoria. Y con los aires de neo libertador que se trae más de un coleta, haciendo quedadas como las vividas en la Plaza de Oriente, lo cierto es que con el crono en marcha, cada vez queda menos tiempo.

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