La candidatura de Madrid tiene en la vertiente económica su principal diferencia respecto a sus adversarias. Lejos de las ingentes cantidades de dinero de Estambul o de las inyecciones de Tokio, la opción madrileña defiende la austeridad como bandera. Los portavoces argumentan que solo se invertirán 1.500 millones más en los próximos siete años, aunque desvían la atención sobre los 6.500 millones gastados en las anteriores candidaturas o el coste final de un presupuesto inicial que con el actual cambio de dólares a euros ascendería a más de 2.300 millones si se tienen en cuenta las cifras del dossier de la candidatura. No obstante, la acaldesa de Madrid, Ana Botella, insiste con «un nuevo modelo» para seducir a un COI escamado por las dificultades de Río de Janeiro para llevar a cabo sus infraestructuras a pesar de la gran inversión de reales. Los datos de los últimas citas olímpicas siempre han elevado el coste final y solo los de Londres de 1948 son realmente considerados como los de Juegos de la austeridad (entonces la capital británica estaba en reconstrucción después de los efectos de la II Guerra Mundial). No será un problema: la comisión enviada por el COI para examinar la candidatura ‘in situ’ reconoció que «la economía española debería ser capaz de hacerse cargo de los Juegos. El riesgo financiero debería ser gestionable durante los próximos siete años con las garantías gubernamentales». Por su parte, el presidente del COE, Alejandro Blanco, defiende que la elección atraería a nuevos inversores a Madrid.
La máxima que repiten desde la candidatura olímpica es que el 80% de las infraestructuras están construidas. Solo hay que añadir cuatro sedes adicionales permanentes (tiro, regatas, un canal de aguas bravas y el pabellón de gimnasia), pero existen tres localizaciones que necesitan remodelaciones para albergar los Juegos: el Centro Acuático (en construcción), el hipódromo de la Zarzuela y el Estadio Olímpico (cuya capacidad debería aumentarse a 65.000 espectadores en el año 2015). En cambio, 28 de los lugares para la competición ya están disponibles y con el compromiso de ser empleados en el futuro. De hecho, solo tres deportes contarían con sedes temporales: el velódromo y el circuito de BMX en las cercanías de la Villa Olímpica, así como el particular escenario del voley playa levantado sobre el pequeño lago del Parque del Retiro.
En los últimos tiempos Madrid 2020 ha tratado de añadir la pasión de los españoles por el deporte y los éxitos de algunas figuras internacionales como Pau Gasol, Rafael Nadal o Fernando Alonso. A esto se suma a la capacidad para organizar eventos mundiales que también enarbola a España (como los Mundiales de natación de Barcelona en 2013 después de la renuncia de Dubái). El compromiso para difundir el deporte con las nuevas instalaciones también agradó a los examinadores del COI en verano. Además, Alejandro Blanco presume del apoyo masivo popular, según las encuestas, además de contar con más de 85.000 posibles voluntarios.
Madrid también presume de poder organizar un evento destinado a los atletas. En menos de 20 minutos cualquiera de ellos podría desplazarse desde su residencia a las instalaciones de entrenamiento o de competición, aunque Tokio también asegura que el núcleo de su evento se localizaría en menos de ocho kilómetros. No obstante, los examinadores del COI plantearon que la fecha de mayo de 2020 para terminar las obras de los accesos de casi la mitad de las sedes era «un desafío».
En contra, la opción española parece haber superado con dificultades las reticencias procedentes del COI por su trato al dopaje después de cumplir los requisitos con un ley aprobada ‘in extremis’ este verano. La medallista británica Nicole Cook pidió públicamente a su comité que no votara a Madrid por sus medidas tras la ‘operación Puerto’. En el mismo área Estambul ha sacado músculo con sanciones ejemplarizantes: 31 deportistas han sido suspendidos por el uso de sustancias prohibidas. «Nosotros no estamos barriendo estos incidentes bajo la alfombra. Al contrario: hemos levantado la alfombra», aseguró el ministro de Deportes turco, Suat Kiliç, en un claro dardo hacia España, donde los presidentes de Gobierno piden clemencia para los deportistas ‘cazados’. El anterior presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió clemencia para Alberto Contador después de dar positivo en un control antidopaje; el actual mantiene sin reprobación pública en sus filas a Marta Domínguez, implicada en la ‘operación Galgo’ y posteriormente señalada por la Federación Internacional de Atletismo por sus valores anormales en el pasaporte biológico. Sin embargo, las dudas sobre el riesgo de atentando por parte de ETA -punto débil de anteriores ediciones- se han rebajado hasta el mínimo después del ultimo alto el fuego de la banda.
