LONDRES 2012
Navarro avanza con el balón ante la defensa de Kobe Bryant. / Efe
Londres es el final. La generación del 80 apuesta todo a una carta en estos Juegos Olímpicos. En plena madurez deportiva, los supervivientes de aquel equipo imberbe que ganó el Mundial junior de Lisboa afrontan su último reto. Campeones del mundo y de Europa, solo el oro en la capital británica cerraría un círculo insuperable.
Río de Janeiro queda muy lejos, demasiado para un grupo de jugadores que ya nota el desgaste de muchos años al máximo nivel. Algunos, como Navarro y Reyes, no han perdonado un verano para estar con la selección. Otros, como Calderón o Pau Gasol, solo han fallado por lesiones o en ocasiones puntuales. Pero, pese a su compromiso con el equipo nacional, sus cuerpos ya comienzan a mandar señales y a pedir moderación en los esfuerzos. El 25 de julio de 1999 iniciaron su camino hacia el éxito, el 11 de agosto puede ser el momento de cerrarlo.
Sin embargo, la empresa parece más difícil que nunca. Porque en la final estará el equipo estadounidense. Cualquier duda sobre los norteamericanos, en esta ocasión sí, carece de fundamentos suficientemente sólidos.
Mucho se ha hablado de esta última versión 'All-Star' de la NBA y los intentos por buscarle las cosquillas han sido numerosos, pero la selección que comanda Mike Krzyzewski apenas tiene fisuras y el oro le alumbra desde el primer instante. Es verdad que carece de un pívot poderoso -Tyson Chandler es un poste potente aunque limitado técnicamente-. Solo hay un Dwight Howard. Nadie es tan dominante como él, y Bynum, su sustituto natural, se descartó hace tiempo. Pero no les hace falta porque es imposible aunar en doce jugadores tanta polivalencia y tanto talento técnico y físico. Hasta los componentes del original 'Dream Team' reconocen que LeBron James, Kobe Bryant y Kevin Durant habrían tenido su hueco entre las estrellas de Barcelona'92.
España solo tendrá una oportunidad para derrotar a EE UU, y pasa por no darse un respiro. Porque los pupilos de 'Coach K' no dan tregua. Han asimilado que si quieren divertirse deben hacerlo desde su cancha. La intensidad que aplican en defensa ahoga a sus rivales y les basta con dos minutos de despiste para destrozar un partido a base de contraataques y transiciones vertiginosas. Por no hablar de las posibilidades que ofrece un banquillo con mucho fondo de armario.
Variedad de candidatos
Pero el torneo de baloncesto tiene más atractivos y candidatos, y España deberá superar algún que otro mal trago si no quiere ver cómo se le escapa la final.
Argentina tiene pedigrí pero apura su lucha contra el reloj. Un torneo tan intenso, en un grupo complicado, se le puede hacer largo. Si a 'La Roja' se le adivina un cambio de ciclo, la albiceleste sufre el final de un equipo legendario. Ginóbili, Scola, Prigioni, Nocioni, viven de su inmensa calidad y de un carácter inquebrantable, pero no se adivina nada detrás. A un partido son los más peligrosos porque saben que en Londres se acaba su mañana.
Francia afronta los Juegos con una perspectiva totalmente distinta a la argentina. Es el equipo más físico tras Estados Unidos, pero depende en exceso del talento de Parker, Batum y De Colo. Les falta regularidad para ser una opción fiable, pero pueden ser temibles como unan los cables adecuados.
El tercer aspirante importante es Brasil. Carece del carisma de la selección que giraba en torno a Oscar Schmidt Becerra, pero una plantilla que cuenta con Marcelinho Huertas, Splitter, Varejao, Barbosa y Nené debe tenerse en cuenta para las medallas.
La Rusia de Kirilenko tendrá también su oportunidad. Su acceso al torneo por la vía del preolímpico lo ha convertido en una ventaja. Llega muy rodada y nunca le ha faltado calidad.
La competitiva Lituania y la regular Australia estarán en cuartos y son los 'outsiders' a los que nadie espera pero acaban robando el protagonismo a los favoritos. El anfitrión, Túnez, Nigeria y China, son los restos del torneo. Todo lo que hagan bien ya será una sorpresa.
