Francisco Holgado, conocido en todo el país como el Padre Coraje, aseguró ayer que seguirá «en la lucha» hasta que se condene a los asesinos de su hijo Juan y pidió que se sigan investigando las circunstancias de este crimen, después de que el Tribunal Supremo confirmara la absolución de los cuatro acusados en este caso.
Holgado, que tras disfrazarse y camuflarse en ambientes marginales de Jerez para lograr esclarecer el crimen de su hijo estuvo en contacto con los acusados, explicó ayer en una rueda de prensa ofrecida en Madrid que siente «impotencia» cuando se encuentra en la calle con alguno de ellos, que en ciertos casos «entran y salen de la cárcel por asuntos de droga».
Juan Holgado, empleado en la gasolinera de Martín Ferrador, fue asesinado en la madrugada del 22 de noviembre de 1995 cuando varias personas, «tras acceder al interior de la tienda del establecimiento sin violencia y por medio no aclarado», le asestaron una treintena de cuchilladas y robaron el contenido de la caja registradora -420 euros-, además de bebidas y tabaco, explica la sentencia. «Sigo en la lucha» para sentar en el banquillo a los autores del asesinato, dijo Holgado, quien, según informa Efe, confirmó que recurrirán la absolución de los acusados ante el Tribunal Constitucional y también al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El Padre Coraje explicó que el fallo del Supremo «ha creado una decepción enorme, porque tanta lucha para demostrar que son los asesinos de nuestro hijo ha acabado así y lo que nos queda es seguir luchando».
«Sigo confiando en la justicia, pero haré trabajar a los que tienen que seguir trabajando», dijo Holgado, en referencia a la Policía y a los jueces, que opinó tienen que seguir investigando para esclarecer este asesinato.
En este sentido, su abogado, José Miguel Ayllón, señaló que «cualquier persona tiene derecho a que se siga investigando» un caso que no se ha resuelto, «y si el Tribunal Supremo ha dicho que no hay pruebas, pues búsquelas hasta esclarecer el asesinato».
«Nadie en Jerez tiene ninguna duda de que los acusados son culpables», señaló el letrado, quien recordó que no sólo la familia solicitó su condena, sino también el Ministerio Fiscal.
El letrado de la familia, que también es presidente de la Asociación Nacional de Víctimas de Delitos Violentos, aseguró que la sentencia del Supremo «no hace justicia» y opinó que «si hubiera sido un caso de terrorismo, en lugar de delincuencia común, se hubiera condenado».
Leyó el testimonio «de la principal testigo de la acusación» quien relató que los cuatro acusados llegaron esa noche a una casa sobre las cinco de la madrugada con botellas de whisky, cajetillas de tabaco y bastante dinero y que uno de ellos llevaba una cazadora azul manchada de sangre y otro, que iba sin camisa, tenía una herida en el pecho.
Además, la testigo relató que uno de ellos comentó que habían tenido que darle fuerte «al de la gasolinera porque se puso borde». El abogado lamentó que este testimonio debía haber sido valorado como prueba para confirmar la culpabilidad de los acusados y que «no se nos permita una segunda instancia para que otro tribunal revise el elenco probatorio», argumentos que expondrán ante el Tribunal Constitucional.
