La voz Digital
Martes, 25 de abril de 2006
  Alertas   Envío de titulares    Página de inicio
PORTADA NOTICIAS ECONOMÍA DEPORTES OCIO CLASIFICADOS SERVICIOS CENTRO COMERCIAL PORTALES


MUNDO
MUNDO
El presidente iraní abre una puerta al diálogo directo con EE. UU. sobre el problema nuclear
Ahmadineyad advierte de que las sanciones serían «un gran error» y tendrían repercusiones internacionales
El presidente iraní abre una puerta al diálogo directo con EE. UU. sobre el problema nuclear
MULTITUDINARIA. Ahmadineyad saluda antes de dirigirse a los periodistas extranjeros, ayer en Teherán. / AFP
Imprimir noticiaImprimirEnviar noticiaEnviar

Publicidad

«Ahmadineyad es sólo un maestro, un hombre de paz que nunca ha sido capaz de hacer daño a nadie y, sin embargo, en vuestros medios me llamáis criminal. ¿Por qué estos insultos y sabotajes contra Irán y contra mi propia persona?». Mahmud Ahmadineyad se presentó por segunda vez desde que es presidente ante la prensa internacional para reiterar la intención de su país de seguir adelante con la carrera nuclear decida lo que decida la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) esta semana.

El dirigente ultraconservador rebajó el tono de sus últimas comparecencias, cambió sus formas a la hora de dirigirse a los medios acreditados y, en respuesta a la enviada de 'The New York Times', aseguró estar dispuesto a reunirse «directamente con Estados Unidos para solucionar el tema nuclear» si se dan las circunstancias adecuadas. «Abro las puertas a las negociaciones con todos los países del mundo, excepto con el Estado sionista», aclaró.

A finales de esta semana Mohamed al Baradei, director del AIEA, hará público su informe sobre las actividades atómicas del régimen teocrático que se ha negado en repetidas ocasiones a detener su programa pese a la petición expresa del organismo internacional. «Este asunto me parece ridículo porque somos el país más transparente de las ocho potencias nuclearizadas del mundo. Confío en que impere la lógica y no opten por la vía de las sanciones porque las repercusiones serían mucho peores para los sancionadores. La AIEA debe comportarse justamente y presentar un informe en el que diga qué nos ha dado después de treinta años como miembro de esta agencia. Si un país se hace miembro de una institución y no obtiene nada de ésta y sólo se le imponen las demandas de varias grandes potencias, ¿acaso la nación no pondrá en entredicho el ser miembro de esta institución?», se cuestionó el mandatario en una sala de conferencias del palacio presidencial abarrotada.

¿Ataque militar? «Ni se me pasa por la cabeza, pero Irán está preparado. Ellos lo que buscan es que no podamos salir de su ámbito de influencia, no soportan que alguien se oponga a sus actos malvados y progrese de manera autónoma. No les necesitamos, tenemos nuestra industria y nuestros científicos, que nos dejen trabajar en paz en colaboración con la AIEA», argumentó el líder iraní.

Frustración

Pese a mostrar su certeza de que la solución dialogada es aún posible, el presidente persa mostró su frustración por el poco poder que ejerce la ONU en el mundo. «Nos acusa de no hacerle caso cuando algunos estados se han saltado más de cincuenta resoluciones sobre el tema palestino y no pasa nada. ¿Qué nos van a decir ahora a nosotros que encima estamos colaborando? ¿Con qué leyes quieren regir el mundo si no hacen caso a la ONU? Estados Unidos e Inglaterra se han acostumbrado a dominarlo y ahora está en sus manos. Ellos marcan la pauta y defienden la cultura de la guerra, no la del diálogo», indicó Ahmadineyad.

«Con su propaganda sólo siembran el miedo y no dicen que nuestro programa es pacífico, que sólo queremos esa energía para uso civil, investigaciones médicas e industriales. Ellos, que vendieron a Sadam las armas químicas con las que nos atacó en los 80, hablan ahora de defender a la humanidad de la amenaza iraní. Deben saber que nuestro país quiere la paz, pero no una paz impuesta».

Trascurridas más de dos horas, el presidente decidió ponerse al mando de la situación y comenzó a elegir a dedo a los periodistas que podían hacerle preguntas. Él mismo planteó algunas cuestiones a los representantes de medios occidentales. «¿Por qué pensáis que todas las naciones deben estar dispuestas a llenar vuestros bolsillos? ¿Creéis que la propaganda y las campañas van a servir para imponeros a todo un país? ¿Estáis seguros de que el precio de la gasolina sube por culpa de Irán?», fueron algunas de las dudas que dejó caer Ahmadineyad, quien acabó alabando las «cualidades ecológicas de la energía nuclear en comparación con el petróleo» y quiso tranquilizar al mundo insistiendo una vez más en los fines pacíficos de la carrera atómica iraní.



Sudoku Canal Meteo Horóscopo
Vocento