Con un tímido paso frente a la violencia callejera, Batasuna ofreció ayer el rechazo más nítido de su historia a la 'kale borroka', aunque no llegó a condenarla. Desmarcándose de su estrategia habitual, el coportavoz de la coalición ilegalizada, Joseba Permach, calificó de «muy graves» los ataques del fin de semana en Barañain y Gecho, y expresó su esperanza en que no se reproduzcan, pero también pidió el fin de las «detenciones, torturas, encarcelamientos», de la dispersión de presos y «la violencia estructural por parte de los estados que niegan al pueblo vasco el derecho a decidir libremente su futuro».

En una rueda de prensa celebrada en San Sebastián, en la que compareció con Pernando Barrena, Permach expresó su solidaridad con los afectados por los ataques cometidos en las localidades navarra y vizcaína, y mostró la adhesión de su partido a la postura de una plataforma política 'abertzale' de Barañain que el domingo ya adelantó, a través de un comunicado, su solidaridad con las personas heridas en el incendio de una ferretería del concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) José Antonio Mendive, y con aquellos que tuvieron que abandonar sus casas.

En su escrito, la plataforma Barañaingo Irrintzia manifestó que este suceso debe mover a «una profunda reflexión», al tiempo que hizo un llamamiento a la responsabilidad de los agentes políticos para avanzar hacia un escenario de fin del conflicto.

«Queremos hacer un llamamiento a la responsabilidad de la misma manera que nosotros nos comprometemos a ser responsables» señaló Permach, para mostrar el deseo de su partido de que, «cuanto antes, se puedan superar todas esas expresiones de violencia y que, cuanto antes, no se produzcan hechos como los de este fin de semana».

Comprometidos con la paz

En este mismo sentido, portavoces de Batasuna desligaron ayer a la izquierda independentista vasca de los actos de violencia registrados en Navarra y criticaron a los sectores que «desde la derecha están en contra del proceso de paz».

Joseba Álvarez, responsable internacional de la organización radical vasca, explicó en Lisboa que la formación ilegalizada y el entorno independentista vasco «están comprometidos con el mantenimiento de las condiciones» alcanzadas para seguir adelante con la paz y lo han demostrado desde hace meses.

Por su parte, Permach manifestó ayer que la formación 'abertzale' no quiere que «se produzca una detención más, ni una tortura más, ni un encarcelamiento más, que no se mantenga la dispersión ni la ilegalización y que no se mantenga, en definitiva, una violencia estructural por parte de los estados que nos niega como pueblos y a decidir libremente nuestro futuro».

«Batasuna quiere comprometerse a actuar con responsabilidad ante la nueva situación política que tenemos», dijo Permach, quien explicó que para ello «cuando se habla de compatibilidad o incompatibilidad -de los ataques con el alto el fuego de ETA- hay que poner encima de la mesa todas las realidades».

En ese sentido, el dirigente de Batasuna preguntó al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, si le parecen «compatible con los nuevos tiempos» la ilegalización, «las fianzas millonarias, la detención y torturas de Ibon Meñika a manos de la Guardia Civil». «La estrategia represiva recuerda más a los tiempos del PP que a los nuevos tiempos», añadió.

De este modo, criticó la actitud con que «el Estado español y el PSOE están respondiendo a las expectativas de paz y a la nueva situación política», por lo que realizó un balance «negativo».

«A todo esto se le suma un debate político por parte de representantes importantes del PSOE sobre la negación del derecho a decidir de la sociedad vasca y un debate nada propicio para los buenos tiempos sobre como nos cepillamos de una manera o de otra la voluntad democrática de los pueblos catalán, gallego o vasco», destacó Permach.

Nerviosismo permanente

Asimismo, acusó a PNV y UPN de demostrar un «permanente nerviosismo» ante la nueva situación política y que hayan «pretendido, de una manera o de otra, poner trabas e intentar condicionar el inicio de un proceso de soluciones».

Joseba Permach emplazó al conjunto de las formaciones políticas y agentes políticos e institucionales a «actuar con responsabilidad», es decir, a «abordar, cuanto antes, el debate político y acordar las bases para la puesta en marcha de una mesa de resolución y ser capaces de abordar las raíces del conflicto político-histórico que ha acarreado este enfrentamiento político y armado durante las últimas décadas».

En una primera valoración de urgencia, el Gobierno se limitó a «tomar nota» de la declaración, sin ocultar cierta satisfacción por el tono utilizado por el dirigente 'abertzale'. Sin embargo, para el PP, la rueda de prensa de Permach en nada cambia la situación creada por los atentados del fin de semana y el PNV, por su parte, considera «insuficiente» el pronunciamiento del coportavoz de la izquierda 'abertzale'.

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aseguró ayer que el Ejecutivo «toma nota» de las palabras del coportavoz de Batasuna. «Quien no desea más actos actos de violencia y se solidariza con las víctimas está recorriendo el camino que todos deseamos», dijo en la rueda de prensa posterior al encuentro entre el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Rodríguez, y el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.