ELECCIONES EE.UU.

El voto por correo y las batallas legales amenazan con provocar una noche electoral caótica

Trump niega que vaya a cantar victoria antes de tiempo, pero asegura que «es algo horrible que se puedan recoger votos después de la elección»

Elecciones EE.UU.: sigue los resultados y las últimas noticias en ABC.es

Personal electoral tramita papeletas de las votaciones anticipadas y por correo en Tucson (Arizona) Reuters | Vídeo: Trump critica al Supremo por ampliar los comicios en Pensilvania EP

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Donald Trump ha alimentado durante meses su estrategia de cuestionar los resultados de las urnas si no implican su reelección. Desde que los diferentes estados empezaron a ampliar las posibilidades de voto por correo, en la primera oleada de la pandemia de Covid-19 , el presidente de EE.UU. ha repetido su acusación de «fraude masivo». Día tras día, y en cada mitin que ha dado en las últimas semanas, ha insistido en que el voto por correo es fraudulento, algo de lo que no hay evidencias, y que provocará el «caos». Ello sin contar con que el propio Trump, que tiene la residencia en Florida , ha votado en otras elecciones por correo.

Lo que sí es probable que provoque el voto por correo es un recuento mucho más largo. Por miedo a acudir a las urnas y contagiarse, en medio de fuertes repuntes de casos de Covid, se ha disparado el número de estadounidenses que han preferido emitir su sufragio vía postal. Los demócratas son más propensos a votar por correo, y es posible que muchos republicanos que se lo plantearan hayan desechado la opción por las críticas del presidente.

Por lo tanto, todo apunta a que se tarde en contar muchos votos emitidos por correo y que muchos de ellos sean demócratas. Trump podría rematar su estrategia de los ataques a esta opción el mismo martes por la noche, la jornada de la cita con las urnas . Su plan: declararse ganador esa misma noche, sin que se acaben de contar los resultados, si consigue ponerse por delante en el recuento previsional.

Así lo asegura el portal Axios, que cita a fuentes cercanas al presidente para asegurar que se cantará victoria incluso aunque falten estados por decidirse.

Es imposible predecir qué ocurrirá la noche del martes, cuando se cierren los colegios electores y empiecen a conocerse los resultados. Joe Biden va por delante en las encuestas, pero no con el suficiente margen en los estados decisivos como para anticipar que se imponga con claridad. Un vapuleo de Biden que elimine dudas sobre el ganador es posible. Pero también es posible, aunque mucho menos probable, que los sondeos se equivoquen de lleno y quien arrase sea Trump.

El escenario más probable es que los resultados estén ajustados en varios estados y que se tarde en conocer el ganador. Muy difícil que se sepa esa misma noche, incluso entrada la madrugada. Podría tardar días y semanas.

«No debe ser ninguna sorpresa que Donald Trump y su campaña planeen declarar una victoria antes de que se cuenten todos los votos», reaccionó al mismo medio Bernie Sanders, el líder izquierdista de los demócratas. «Esa ha sido su estrategia durante meses y nadie debería caer en ello», añadió antes de decir que ese plan es la razón por la que «ha demonizado el voto por correo y saboteado el servicio postal. No debemos permitir que eso ocurra. Cada voto debe ser y será contado».

El domingo por la noche, en medio de un frenético esprint final con una jornada con mítines en cinco estados, Trump negó que fuera a declarar victoria antes de tiempo. Pero, acto seguido, aseguró que «es algo horrible que se puedan recoger votos después de la elección», en una referencia errónea a que en algunos estados se puedan recibir votos sellados en correos antes de la elección hasta tres días después de la cita electoral.

«Es horrible que no podamos saber el resultado en la noche electoral», insistió, pese a saber que es una posibilidad muy cierta. Sobre todo, si la decisión depende de Pensilvania , un estado donde las fuerzas están ajustadas y que los analistas apuntan como decisivo.

Pensilvania, estado clave

En el escenario de que las encuestas estén tan equivocadas como hace cuatro años, Pensilvania podría ser el estado que incline la balanza hacia uno u otro candidato. Es posible que cada voto cuente y muchos de ellos se han emitido por correo. Por ejemplo, en Filadelfia, la ciudad más poblada del estado y su gran bastión demócrata. En 2016, votaron 6.000 personas por correo. Este año, podrían ser hasta 400.000. Y la normativa electoral impide que esos votos se empiecen a procesar -sacar de sus sobres, preparar para meterlos en las máquinas que los cuentan- antes de la jornada electoral. Lo mismo ocurre en Wisconsin , otro estado decisivo . En Míchigan , también clave, se puede empezar el proceso desde este lunes, un día de anticipación.

Trump es consciente de que el recuento de Pensilvania podría ser determinante, y este domingo criticó estar en manos de su gobernador, el demócrata Tom Wolf, al que calificó de «muy partidista». «No queremos estar en una posición en la que él permita, cada día, que entren votos», criticó. Algunas proyecciones apuntan a que Trump se adelantará en Pensilvania al comienzo de la noche, cuando entren los datos del voto en persona, y que Joe Biden le dé la vuelta con el voto por correo.

El presidente reconoció que su siguiente paso sería inundar la elección de demandas. «Vamos a ir a ello, tan pronto como se acabe la noche electoral, vamos a ir a ello con nuestros abogados»; dijo. En la misma línea, Jason Miller, uno de los altos cargos de su campaña, aseguró en ABC News que Trump estará por encima de los 290 electores -los compromisarios que reparten los estados y que eligen al presidente, se necesitan 270 para ganar- en la misma noche electoral y que «los demócratas van a tratar de robar la elección».

La misma queja se escuchó desde el otro bando. «Están tratando de hacer todo lo posible por impedir el voto, y por convencer a la gente de que es un voto ilegítimo, para poder hacer sus jugadas», protestó Joe Biden en un acto electoral. «El presidente va a tratar, creo que es la mejor manera de decirl, de robar la elección. Pero no se silenciará al pueblo de EE.UU.».

También el domingo, Trump defendió que el Tribunal Supremo «debería haber ordenado que todos los votos deberían contarse en la noche de la elección, ¿no sería eso bueno?». Eso no será ya posible, pero sí se vislumbra una guerra legal en el recuento, como ocurrió en la elección de 2000 entre George W. Bush y Al Gore . Y si el alto tribunal tiene que fallar, Trump llevará ventaja: seis de los nueve magistrados son conservadores y tres los ha nominado él.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación