Ucrania le pide a China mediar con Rusia para lograr un alto el fuego

El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, llama al responsable diplomático de Pekín, Wang Yi, para que use su estrecha relación con Putin en busca de una solución negociada que pare la guerra

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El refugio de lujo de Vladimir Putin en la costa de Alicante

El ministro de Exteriores ucraniano, en la ONU EP
Pablo M. Díez

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Mientras sigue resistiendo la invasión rusa, Ucrania libra la guerra contra Putin en todos los frentes: no solo en el campo de batalla, sino también en el diplomático. Al tiempo que su presidente, Volodímir Zelenski , se dirigía este martes por videoconferencia al Parlamento Europeo, su ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba , llamaba al responsable de la diplomacia china, Wang Yi, para que mediara ante Putin.

«Kuleba dijo que China había jugado un papel constructivo en este asunto y que Ucrania está preparada para elevar la comunicación con la parta china. Confiaba en los esfuerzos de mediación de China para un alto el fuego», anunció Pekín en un comunicado de su embajada en Londres. Además de informar a Wang Yi sobre la primera ronda de conversaciones con Rusia, que no son «fáciles» pero en las que Ucrania «tiene voluntad de seguir avanzando», Kuleba insistió en que su país «está abierto a resolver la situación a través de la negociación» porque «acabar la guerra es la máxima prioridad».

Por su parte, Wang Yi lamentó que «la situación en Ucrania ha cambiado rápida y dramáticamente”. Tal y como recoge el comunicado, «China está profundamente consternada al ver el conflicto entre Ucrania y Rusia y muy preocupada por el daño hecho a los civiles». Sin aclarar si recogerá la petición ucraniana de intermediación, Pekín insta a «encontrar una solución a través de la negociación y apoya todos los esfuerzos internacionales constructivos que conduzcan a un acuerdo político».

Aunque Wang Yi mostró su «respeto por la soberanía e integridad territorial de todos los países», volvió a repetir el discurso del régimen de que «la seguridad de un Estado no puede conseguirse a costa de la de otros, ni la seguridad regional a costa de la expansión de bloques militares». Sin mencionarla, el titular de Exteriores se refería así a la OTAN, a la que Pekín acusa de « avivar las llamas » junto a Estados Unidos y la Unión Europea por querer acoger a Ucrania en su seno, lo que Rusia considera una amenaza para su seguridad. A pesar de estas diferencias entre ambas partes y de la ambigüedad mostrada hasta ahora por China, Wang destacó que «la tarea urgente ahora es aliviar la situación sobre el terreno todo lo que sea posible y evitar la escalada del conflicto o incluso la pérdida del control». A su juicio, «los daños hechos a civiles y las crisis humanitarias, en particular, deben ser impedidas y habría que garantizar el rápido y seguro acceso a la asistencia humanitaria».

En este sentido, agradeció a su homólogo la ayuda ucraniana para empezar a evacuar a los 6.000 chinos que viven en ese país. A diferencia de otros gobiernos, Pekín no había recomendado a sus nacionales salir de Ucrania ante los avisos de invasión de EE.UU. , que se demostraron ciertos pero no creyó. Ante el recrudecimiento de la guerra, ha cambiado su postura y ahora intenta distanciarse un poco de Putin, a quien no llama «aliado» sino «socio estratégico».

Hace solo un mes, el presidente ruso era el invitado más «ilustre» de Xi Jinping a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín. Aprovechando su visita en plena tensión prebélica, Putin y el presidente Xi Jinping reforzaban su «amistad sin límites» firmando una declaración donde apoyaban mutuamente sus reivindicaciones, criticaban el « expansionismo de la OTAN » y cuestionaban el orden mundial encarnado por las democracias de Occidente. Aunque varios medios publicaron entonces que Xi le había pedido a Putin que no atacara Ucrania al menos hasta el final de los Juegos, como así ocurrió, algunos expertos consideran que China no creía que fuera a estallar una guerra a gran escala y por eso no pidió a sus nacionales que se marcharan de allí. Cierto o no, ahora se visto atrapada en una complicada situación por sus lazos con Rusia y sus negocios con Occidente.

Tras la pandemia del coronavirus y las sospechas sobre su origen, China se está distanciando de EE.UU. y la UE, que critican la deriva autoritaria de Xi Jinping y la creciente represión en Hong Kong y la región musulmana de Xinjiang. Pero, debido a su estrecha relación con Rusia, tanto política como comercial, puede erigirse en mediadora de la guerra en Ucrania y recuperar parte de su influencia internacional. Primero habrá que ver si quiere y, luego, si Putin está dispuesto a escuchar a Xi Jinping .

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