Costa en el Parlamento el pasado viernes
Costa en el Parlamento el pasado viernes - EFE

La ‘troika’ vuelve a Portugal el día 27 con 18 exigencias para el Gobierno de António Costa

Los inspectores no se fían del incremento del gasto público que anuncian las primeras medidas puestas en marcha con ayuda de la izquierda radical

Lisboa Actualizado: Guardar
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El Gobierno socialista portugués no termina de convencer a la ‘troika’, que tiene previsto regresar a Portugal el próximo 27 de enero, sólo tres días después de las elecciones presidenciales. Los inspectores del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea no han querido interferir en los días previos a la cita que busca relevar a Cavaco Silva, pero no lo demoran más porque no se fían de los planes puestos en marcha por António Costa, cuyos socios radicales le apoyan en medidas que no hacen más que elevar el gasto público.

El programa de rescate al país vecino ya finalizó meses atrás, pero aún le restan por devolver 72 millones de euros correspondientes a los intereses generados por los 78.000 millones solicitados por José Sócrates antes de dimitir en 2011 y ceder el testigo a Passos Coelho.

Por tanto, vuelven los férreos controles destinados a comprobar el devenir del déficit, la deuda y la debilidad del sistema bancario. Además, los expertos llegan nada menos que con 18 exigencias para desbloquear el estancamiento de la inversión empresarial.

Por ejemplo, la burocracia necesaria para conceder licencias comerciales aún puede calificarse como desmesurada y despedir a empleados de forma individual no resulta fácil. Así que el objetivo está claro: lograr más agilidad para flexibilizar el mercado de trabajo.

Será la tercera visita desde que se dio por concluido el auxilio, pero la primera tras tumbar Costa a su antecesor con una polémica moción de censura.

De momento, la intención del Ejecutivo actual se ha plasmado en la subida del salario mínimo de 505 a 530 euros brutos al mes, pero sin explicar cómo se financiará.

No permitir dispendios

La ‘troika’ pretende que esta y otras medidas no se materialicen a base de sobrecargar los desembolsos que efectúa el Estado. No hay tregua: para ese día 27 debe estar ultimado el Presupuesto de 2016, verdadera prueba de fuego para el ‘pacto a la portuguesa’ que tanto parece envidiar el PSOE.

Los inspectores, que valoran como ‘anacrónicos’ los mecanismos supuestamente impulsores de la economía al otro lado de la frontera, se plantan en Lisboa con la misión de no permitir dispendios que lleven a Portugal por la senda equivocada, con Grecia y Chipre como dos únicas naciones con peores números.

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