Preocupación en la Isla de Wight al ser pionera en la aplicación británica para rastrear el coronavirus

Aunque aún no hay datos de descargas, algunos medios de comunicación han recogido testimonios de residentes que no se sienten cómodos con su uso

AFP
Ivannia Salazar

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La nueva aplicación de rastreo de contactos para detectar contagios de coronavirus ha sido puesta en marcha hoy por el Gobierno británico en la isla de Wight, en el Canal de la Mancha, cuyos residentes serán los «conejillos de indias» de este avance tecnológico que, según las previsiones del Ejecutivo, será decisivo para poder luchar contra el virus y empezar la desescalada del confinamiento en el que se encuentra la población desde el 23 de marzo. No obstante, ya se han producido las primeras reacciones negativas a la prueba piloto, que si sale bien será extendida a toda la nación, ya que a una parte de la ciudadanía le preocupa la gestión de la intimidad y la privacidad, pese a las promesas de Hancock de que las «preocupaciones» al respecto serán «ampliamente consideradas» por el Gobierno.

Aunque aún no hay datos de descargas, algunos medios de comunicación han recogido testimonios de residentes que no se sienten cómodos con el uso de la aplicación al no conocer realmente como usará el gobierno sus datos. Esto se suma a la carta abierta al Gobierno que firmaron 170 expertos en la que la piden al Ejecutivo de Boris Johnson salvaguardas apropiadas para garantizar que la aplicación no se use para la vigilancia masiva de la población y algunos han denunciado las lagunas legales que supone y exigen transparencia. El registro de datos se va a hacer de manera centralizada, lo que pondría en manos del Gobierno muchos datos de los ciudadanos, aunque asegura que todo se mantendrá en el anonimato. Los residentes además se quejan de que no han recibido una carta del de las autoridades explicando el «experimento social» y que se han enterado por la prensa.

Prueba, seguimiento y localización

El ministro de Sanidad, Matt Hancock, hizo un llamamiento a los ciudadanos de la isla para que descarguen la nueva aplicación y explicó que para que funcione de forma adecuada y que tenga un efecto significativo en la gestión del brote , es necesario que al menos la mitad de los adultos de la isla, de 140.000 habitantes en total, la tenga instalada en sus dispositivos móviles. Otros expertos afirman que es necesario la instalen -y la utilicen- el 80% de los usuarios de teléfonos inteligentes, aunque para hacerse una idea de la dimensión de esta cifra, la aplicación de Whatsapp la tienen instalada el 67% de los usuarios. En palabras de Stephen Powis, director médico del Servicio Nacional de Salud en Inglaterra, la aplicación por sí misma no es «la panacea» sino parte de una serie de medidas.

El objetivo es que esta herramienta que Hancock ha calificado como de « prueba, seguimiento y localización » y que se vale de tecnología bluetooth, envíe una alerta a los usuarios si han estado en contacto con alguna persona contagiada, que previamente debe reportar sus síntomas. Otros mecanismos de rastreo de contactos están utilizándose en países como Alemania o Singapur.

El confinamiento debe ser revisado este jueves y el «premier» Johnson prometió que esta semana presentaría su plan para las siguientes fases de la cuarentena . No obstante, tras sufrir en carne propia la enfermedad, que incluso lo obligó a pasar en una unidad de cuidados intensivos de un hospital de Londres tres días, de un total de siete ingresado, y con 29.710 personas fallecidas, la mayor cifra de Europa, según datos de la Oficina Nacional de Estadística, no se espera que anuncie grandes cambios pese a la presión de algunos sectores.

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