Obama acude con Marco Rubio a arropar a las víctimas de Orlando

El presidente de EE.UU., Barack Obama, quiso estar ayer al lado de las familias de las víctimas y supervivientes de la masacre del pasado domingo en el club gay Pulse, en la que fueron asesinadas 49 personas y más de 50 heridas. En un encuentro en el Amway Center, el pabellón donde juegan los Magic Orlando de la NBA, Obama les transmitió que el corazón de los estadounidenses «está roto».

También agradeció la labor de los equipos sanitarios y los policías que intervinieron aquella noche. A continuación, junto con el vicepresidente, Joe Biden, depositó en el improvisado memorial en homenaje a las víctimas ramos con 49 flores, una por cada persona asesinada.

Después, en una declaración ante los periodistas, Obama hizo una llamada a «trabajar juntos»

, «más allá de los bandos políticos», para acabar con el terror. Recordó, en ese sentido, que tanto el ataque de Orlando como el de San Bernardino (California) del pasado diciembre fueron perpretados con armas de asalto, por lo que pidió a los legisladores que «estén a la altura» para endurecer el control en el acceso a las armas de fuego en el país.

Precisamente, en un claro gesto de unidad bipartidista frente al terror, el senador republicano por Florida Marco Rubio, aspirante a la Casa Blanca hasta el pasado marzo, y la congresista demócrata Corrine Brown, del mismo estado, acompañaron a Obama en su vuelo a Orlando en el Air Force One.

Nada más poner pie en tierra, Obama abrazó al alcalde de la ciudad, Buddy Dyer, que le presentó una camiseta con un corazón pintado con los colores de la bandera del orgullo gay y el mensaje «Orlando unido».

Mateen escribió en Facebook

Entre tanto, se rastrea cualquier pista para aclarar los motivos que llevaron al autor de la masacre a escoger el Pulse como objetivo. Ayer se supo que, poco antes de ser abatido por la Policía, desde la propia discoteca, Omar Mateen buscó en las redes sociales qué se decía de su ataque y llegó a escribir en Facebook críticas a los bombardeos de EE.UU. y Ruisa contra el Estado Islámico. El FBI están teniendo dificultades para obtener datos de su teléfono, al estar dañado por el agua y la sangre, pero lo están sometiendo a un proceso de secado y esperan poder obtener la información.