Evo Morales anuncia la convocatoria de nuevas elecciones en Bolivia

El presidente boliviano anuncia que renovará también la totalidad de los miembros del Tribunal Supremo Electoral

Los tres actores principales del drama político boliviano

Evo Morales dimite como presidente de Bolivia

Evo Morales, presidente de Bolivia, en una imagen de archivo REUTERS / Vídeo: El Gobierno de Bolivia denuncia la toma de medios de comunicación

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El presidente de Bolivia , Evo Morales , se ha visto forzado a anunciar unas nuevas elecciones tras la publicación del informe preliminar de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las elecciones del pasado 20 de octubre, en las que aprecia múltiples irregularidades.

«La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado (en Bolivia) debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente», insta la nota da la OEA.

Morales, sin citar este informe ni precisar en qué fecha tendrían lugar los nuevos comicios, aseguró este domingo que se celebrarán con un órgano electoral renovado, para lo cual el Parlamento boliviano iniciará próximamente el proceso para nombrar los nuevos vocales.

La Fiscalía General del Estado ha anunciado que, tras conocer el informe de la OEA, se abrirán de inmediato «todas las acciones legales correspondientes para el procesamiento y juzgamiento» de los miembros del Tribunal Supremo Electoral y «demás autores y partícipes de estos presuntos hechos irregulares». Para ello ha ordenado crear una Comisión de Fiscales Especializados, que «tendrán a su cargo la Dirección Funcional de la Investigación, quienes deberán librar y emitir en el día, los requerimientos, mandamientos, órdenes y resoluciones que permitan la aplicación de las medidas cautelares correspondientes». Además, ha instruido a los nueve fiscales departamentales el inicio de acciones penales contra los vocales y servidores públicos que corresponda de los tribunales departamentales electorales.

«Todos tenemos la obligación de pacificar Bolivia»

El presidente, al que la oposición viene reclamación su dimisión, aseguró que el próximo proceso electoral será llevado a cabo por «nuevos actores políticos», pero no aclaró si él se presentará de nuevo. Según dijo, la celebración de nuevas elecciones se producirá para «bajar toda la tensión» y «pacificar Bolivia». En los últimos días, la agitación ha ido en aumento, con protestas en las calles y motines generalizados de la Policía .

Pese al anuncio de elecciones, el líder opositor Carlos Mesa pidió este domingo la dimisión de Morales «si le queda un ápice de patriotismo», al tiempo que reclamó un acuerdo nacional para consensuar unas nuevas autoridades electorales para supervisar la cita con las urnas.

Motines policiales

El líder cívico Luis Fernando Camacho , que se ha situado a la cabeza de las protestas sociales, pidió la sustitución de Morales por un Gobierno en funciones.

El presidente de Bolivia no ha logrado la tregua del «diálogo» (modelo Nicolás Maduro) que buscaba con la oposición. Las Fuerzas Armadas tampoco le han dado su apoyo expreso y -el sábado- advirtieron que no se enfrentarían a la gente. Los motines policiales se extendieron a la totalidad del país. Las renuncias en provincias de las autoridades del MAS (Movimiento Al Socialismo) se suceden mientras las maletas comienzan a salir de los armarios del poder.

Las dimisiones en cadena de los hombres de Evo dejan, al menos de momento, más aislado al presidente, que atraviesa la primera gran crisis de sus gobiernos en catorce años. Juan Carlos Cejas , gobernador de Potosí (enclave de minas de plata) dejó el cargo «en aras de la paz de la región», ante una situación que considera terminal. «No me voy a aferrar al cargo» ni «voy a arriesgar a mi familia», declaró tras hacer efectiva su dimisión.

Los mismos pasos y justificación ofreció el alcalde la ciudad de Potosí, William Cervantes: «Hay que pacificar el país», insistió. Iván Arciénega, alcalde de Sucre y hasta el viceministro de Turismo , Eduardo Arze García, pusieron su renuncia sobre la mesa. La réplica en el exterior, la dio el embajador en París, el general Gonzalo Durán, ex comandante en jefe de las Fuerzas Armadas que renunció.

En simultáneo o con diferencia de un puñado de horas, en Tarija -según informa la prensa boliviana- un grupo de oficiales se arrodillaba, para rezar con el pueblo. En La Paz, columnas de opositores cercaban las sedes de la Televisión estatal a la que acusan de estar al servicio del Gobierno. En el Chaparé, zona cocalera y bastión histórico de Evo Morales, cortaron todos los pasos a los opositores y en Cochabamba se aguardaban las columnas de refuerzo de campesinos y cocaleros que responden a la petición de ayuda de Evo Morales. En su cuenta de twitter el presidente escribió que incendiaron las casas de su hermana Esther y de los gobernadores de Chuquisaca y Oruro.

Los que abandonan el barco de Evo Morales son más de los que lo hacen públicamente. Marcelo Ebrard , secretario de Relaciones Exteriores de México, reconoció: «Ya tenemos solicitudes de asilo en curso que atenderemos». El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador , en palabras de su secretario, advierte lo que es evidente: «La situación en Bolivia es muy grave» y se apunta a la opción que le permitiría tener un respiro y ganar tiempo a Evo Morales, «el diálogo convocado es urgente».

La oposición y los movimientos cívicos, se resisten –salvo excepción– a negociar sobre la mesa de lo que consideran, a todas luces, un fraude electoral . La experiencia de Venezuela les enseñó que ese tipo de propuestas, en apariencia conciliadoras, cuando se trata de miembros del antiguo «eje bolivariano», tienen como objetivo genuino recuperar el control para liquidar las protestas y perpetuarse en el poder. El ejemplo del Grupo de Contacto impulsado por AMLO, siglas por las que se conoce al presidente mexicano y por Tabaré Vázquez (Uruguay), con el respaldo de otros países y la Unión Europea, es una prueba solvente de ello.

Los partidos de la oposición, en ese punto, tienen unidad verdadera y aseguran que no van a cometer el error de caer en la trampa de Morales. Carlos Mesa, ex presidente y candidato de Comunidad Ciudadana, no se va a dejar engañar por el líder bolivariano que se rodeó, en su propia tierra, de cubanos y venezolanos importados por las dictaduras de Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel . Mesa insiste: «No tengo nada que negociar con Evo Morales y su Gobierno».

Por su parte, Luis Fernando Camacho, alias «el Macho», como se conoce al lider cívico de Santa Cruz de la Sierra (motor económico de Bolivia), exige la renuncia inmediata de Evo Morales para dar paso a otra convocatoria electoral de la que, está vez, no se duda que participaría.

El expresidente Jorge «Tuto» Quiroga, activo en las movilizaciones sociales, le dirigió un mensaje al presidente. «Debe entender que el pueblo boliviano le está diciendo que debe irse». En la plaza de Murillo de La Paz, sede del poder ejecutivo, Quiroga, advirtió: «El pueblo va a llegar a palacio por la vía democrática, pacífica y constitucional, con Carlos Mesa presidente, no con insurrecciones», porque «el único golpista fue Evo Morales. Él, desconoció el referéndum del 21 F (febrero del 2016) cuando Bolivia le dijo NO» a presentarse a un cuarto mandato consecutivo.

El escenario, de máxima tensión, tiene a Evo Morales en paraderos imprevistos y a la sede del Ejecutivo sin la guardia policial, también amotinada en La Paz. Sin certeza en tiempo real sobre dónde se encuentra el presidente, éste apareció en El Alto (cinturón de La Paz a más de cuatro mil metros de altura). Sin escolta de edecanes militares, desde el hangar del avión presidencial, se dirigió al pueblo y al cuerpo de policías, amotinado en su totalidad, para anunciar concesiones a sus demandas laborales. La Policía reclama mejoras de sus situación pero su rebeldía va ligada a las protestas del pueblo que reclama la salida de Morales y elecciones limpias y transparentes.

El Gobierno se mantiene en su posición de mantener al Ejército lejos de las calles. Ordenar su intervención podría desembocar en un acto de desobediencia de las FF.AA. (anunció que no atacará al pueblo y pidió una solución política) o resucitar escenas sangrientas como las que forzaron la huida del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, en octubre del 2003 (más de 60 muertos por la «guerra del gas»).

En ese escenario Evo Morales confía en el MAS que acosa, asalta y hasta tortura, según las denuncias, a la gente de las caravanas que se dirigen a La Paz. La estrategia es impedir que alcancen la ciudad, sede del Ejecutivo, donde Luis Fernando Camacho, tiene previsto hoy lunes entregar una carta de renuncia a Evo Morales para que éste simplemente la firme. Difícil y peligrosa misión porque el MAS, también, quiere expulsarle de La Paz.

España aplaude las elecciones

El Gobierno español ha dado la bienvenida a la convocatoria a la repetición de las elecciones generales, informa Ep. España «anima a todos los actores políticos bolivianos a trabajar por vías institucionales y pacíficas para hacer posible que, con esta nueva convocatoria, se restaure la confianza en el proceso electoral, como cauce de expresión democrática de la voluntad popular», según ha difundido el Minsterio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

«El Gobierno de España exhorta nuevamente a todos los actores aabstenerse de actos que puedan promover la división entre bolivianos eincitar a la violencia que ya ha causado tres muertos y centenares deheridos», añade la nota. Y conluye ofreciendo su ayuda: «España manifiesta su plena disposición a apoyar estos esfuerzos en la medida en que se le requiera».

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