DENTRO DE LA OPERACIÓN GEDEÓN

Así fue la misión más chapucera para derrocar a Maduro

El mercenario Jordan Goudreau, que intentó invadir Venezuela con una veintena de hombres en dos lanchas, cuenta cómo se fraguó una de las operaciones peor planificadas en la historia

El estratega de Guaidó que trató con el cabecilla, Juan José Rendón, niega que el presidente encargado diera el visto bueno y se desvincula de lo que considera una «operación suicida» a la que se envió a «militares engañados»

La barca con la que un grupo intentó entrar desde la parte colombiana de la Guajira a la localidad venezolana de Macuto. A bordo murieron ocho personas. Reuters / Vídeo: Guaidó niega haber contratado con Silvercop el derrocamiento de Maduro
David Alandete

David Alandete

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Al filo de las tres de la madrugada del domingo 3 de mayo, una barca blanca a motor sin apenas gasolina se acercaba a la costa venezolana al norte de Caracas. A bordo iba una decena de hombres que habían recorrido unas 300 millas náuticas desde Colombia en una misión insólita: llegar a la capital y llevarse preso a Nicolás Maduro .

Mareados tras más de una jornada de travesía, los ocupantes apenas podían divisar la línea de mar. Según se acercaban a las escolleras de la localidad de Macuto, con sus altos edificios, los invasores divisaron claramente a soldados y policías que les esperaban y que pronto abrieron fuego . Murieron ocho tripulantes , según dijo después el régimen, que no ofreció una lista de nombres o nacionalidades. Dos fueron detenidos con fusiles de asalto y munición.

Mientras coordinaba un segundo desembarco desde Florida, el cerebro tras esta chapucera misión, el soldado retirado Jordan Goudreau, dijo horas después a ABC: «Tenemos decenas de hombres sobre el terreno, venezolanos y estadounidenses. Se reagruparán y después procederán a derrocar al régimen. Esta operación durará lo que tenga durar».

Por aquel entonces, otra barcaza a motor buscaba dónde tomar tierra, y unas horas después, ya en la mañana del lunes 4 de mayo, se acercó a la playa de la localidad de Chuao, al oeste de Caracas. De nuevo, las fuerzas armadas del régimen les esperaban, esta vez acompañadas de lugareños armados que grabaron la llegada con sus móviles. Ocho tripulantes fueron detenidos, entre ellos dos estadounidenses, ambos veteranos de guerra, Luke Denman y Airan Berry .

Los dos estadounidenses apresados por el chavismo se tomaron esta foto desde la barcaza con destino a Venezuela y la compartieron en redes. Twitter

En aquellas 48 horas de torpe misión para derrocar a Maduro, que en comparación deja el desembarco en la bahía de Cochinos como toda una gesta de pericia bélica , el soldado Goudreau dijo ser parte central de toda una trama con millones de por medio en la que trató de implicar a destacadas figuras de la oposición venezolana, a generales chavistas presos por narcotráfico y hasta al inquilino de la Casa Blanca.

Este diario ha revisado documentos y grabaciones facilitados por Goudreau y varios de sus interlocutores, ha entrevistado a diversos implicados en la gestación de este plan, y esta es la sucesión de hechos que ha hallado.

Según reveló el propio Goudreau a ABC, y este diario pudo comprobar por medio de fotografías del evento, él fue contratado para prestar servicios de seguridad en el concierto caritativo que el magnate Richard Branson organizó en la localidad fronteriza de Cúcuta el 22 de febrero de 2019. Allí Goudreau trabó contacto con varios opositores venezolanos que le hablaron de la posibilidad de conectarle con el gobierno de transición reconocido por EE.UU. y encabezado por Juan Guaidó .

Jordan Goudreau en una imagen que su empresa, Silvercorp, publicó en redes sociales sobre el concierto caritativo en Cúcuta. Instagram

En agosto, el gobierno interino, opositor al chavismo, había designado a dos venezolanos en el exilio, Juan José Rendón y Sergio Vergara , como miembros de una comisión de estrategia y crisis para «evaluar diferentes escenarios y posibles planes para la liberación y reconstrucción de Venezuela». Según mantienen ambas personas, evaluaron diferentes ofertas, y una de ellas fue la de Goudreau, nacido canadiense, nacionalizado estadounidense y condecorado por servir en Irak y Afganistán.

Tras un contacto inicial que él dice fue con el opositor Lester Toledo , en septiembre Goudreau presentó los servicios de una empresa de mercenarios que formó en 2018, Silvercorp , a Rendón, Vergara y otros opositores venezolanos. Estos bautizan su oferta como «Plan C» según mensajes de WhatsApp que ha visto ABC. Fuentes del entorno de Toledo afirman que él no medió de ningún modo con el mercenario.

Goudreau después redactó varios acuerdos entre él mismo y el presidente encargado de Venezuela, Guaidó, a los que ha tenido acceso este diario. En un primer contrato de 41 páginas, Goudreau se compromete a «planificar y ejecutar una operación para capturar/detener/quitar a Nicolás Maduro (en adelante «Objetivo Prioritario»), quitar el actual régimen, e instalar al presidente reconocido de Venezuela, Juan Guaidó ». El mercenario sólo muestra algunas hojas de este documento.

Parte del contrato de 41 páginas en que se especifica que su objeto es derrocar a Maduro y sustituirle por Guaidó. ABC

En un Acuerdo de Servicios Generales anexo, Goudreau establece el precio: 212 millones de dólares (193 millones de euros) por una operación que durará 492 días. El adelanto a pagar sería de 1,5 millones. A partir de septiembre del año pasado se celebran una serie de reuniones. Hay cuatro en la casa en Miami de Juan José Rendón , un consultor político que ha asesorado a presidentes latinoamericanos como Juan Manuel Santos o Enrique Peña Nieto .

Varias fuentes indican que el 16 de octubre de 2019 hubo una reunión entre Goudreau, Vergara y Rendón. Según el mercenario, Guaidó se conecta por teléfono y él propio Goudreau graba un vídeo que ha facilitado a ABC. En él, alguien con una voz muy similar a la del presidente encargado admite que «tiene algunas dudas», pero aun así dice: «Voy a firmar» . Vergara aparece diciendo en esa grabación: «Él ha firmado en todas las páginas». Goudreau ha facilitado a este diario hojas con firmas que se suponen que pertenecen a Guaidó, Vergara, Rendón y otros. El mercenario dice que la firma se produjo en Washington.

Términos del acuerdo donde se estipula un precio de 212 millones de dólares por la operación. ABC

Consultado por este diario, Rendón resta toda credibilidad a ese vídeo de Goudreau, al asegurar que los encuentros se celebraban en su domicilio y que las imágenes no se corresponden con el interior de la vivienda. El estratega general de Guaidó indica que en el resto de las 42 hojas que Goudreau no ha mostrado están la firma del mercenario, del propio Rendón y la de Sergio Vergara, pero no la del presidente encargado de Venezuela. «El presidente no firmó», recalca.

Rendón señala que Goudreau era una de las muchas personas con las que habló en esa época para analizar «diversos escenarios, desde la lucha pacífica al uso de la fuerza». Lo que hubo fue un «preacuerdo», indica, sin que nunca llegara a cerrarse un acuerdo para poner en marcha una operación. «No hablamos de ningún detalle ni operación en concreto, solo conceptualmente, como un ejercicio sobre posibles escenarios», indica. Según explica, era «como cuanto tú vas de compras pero sin intención de comprar, o como quien hace investigación de mercado», añade.

El estratega general de Guaidó (izquierda), con el presidente encargado de Venezuela J. J. Rendón

El mismo Guaidó ha negado ser parte de este plan en un discurso dado el viernes por la noche. Según dijo el gobierno interino de Venezuela en una comunicación oficial este viernes, finalmente «la propuesta no fue avalada por el presidente Guaidó».

Las negociaciones con Goudreau y Silvercorp quedaron completamente truncadas en noviembre de 2019. «No teníamos intención de llevar eso a cabo», sostiene Rendón, que asegura que la relación quedó rota por el «comportamiento» del mercenario. «Decía que tenía amistad con un chavista -que luego resultó ser el general Clíver Alcalá -, que había que pactar con el demonio y nosotros no estábamos de acuerdo, tenía comportamientos erráticos en mi casa, donde levantó la voz e hizo amenazas, era muy hablador y contaba fuera las cosas que habíamos hablado aquí....», explica. Según Rendón, «pasaron muchas cosas que dañaron la relación».

Goudreau chantajeó a sus interlocutores venezol anos por medio de mensajes de texto en los que amenazaba con «destruirles la reputación» si no procedían al pago de 1,5 millones de dólares necesario para poner en marcha la operación. «Eres un multimillonario, debería avergonzarte no ayudar a tu país», le dijo Goudreau a Rendón, que acabó pagándole 50.000 dólares para cubrir unos gastos que ya había realizado, según reconoce.

Mensaje amenazante que Goudreau envía a JJ Rendón exigiendo un pago por el contrato. ABC

Según dice Goudreau a ABC, «he invertido ocho meses en esta operación, firmamos un contrato, esperaba un pago que no llegó y lo que he hecho es financiar toda esta misión de mi bolsillo , algo que no es justo». Por aquel entonces, Goudreau tenía en la parte colombiana de la península de La Guajira a un centenar de hombres en tres campamentos, dice hoy que uno de ellos dentro de un cementerio. En su inmensa mayoría eran venezolanos, pero había algunos estadounidenses.

La idea era armar en marzo una misión rápida a la costa de Venezuela, recorrer unos 35 kilómetros en coche hasta la capital y llevarse a Maduro a EE.UU. Sin embargo, la pandemia de coronavirus aplazó la misión seis semanas. Sin alimentos ni medicinas, los hombres de Goudreau se impacientaron. Alguno habló más de la cuenta, y el régimen se enteró de su existencia. Diosdado Cabello , número dos del chavismo, habló de Goudreau y sus aliados en un programa televisado el 28 de marzo.

Lo cierto es que, enfrentado al régimen, Goudreau se había acercado a otros desafectos del chavismo con menos predicamento en EE.UU. Según admite a este diario el propio mercenario, el año pasado conoció a Cliver Alcalá, quien le puso en contacto con otros militares opuestos a Maduro. «Mis socios y yo amasamos dinero de ciudadanos venezolanos para poder financiar la operación», dice el mercenario.

Sin embargo, en marzo sus planes se desmoronan. El día 25 la policía colombiana se incauta de una camioneta cargada con 26 fusiles de asalto AR-15 y accesorios de uso militar que se dirigía a La Guajira, donde estaban los hombres de Goudreau. Al día siguiente el gobierno de EE.UU. anuncia cargos contra Maduro y varios de sus colaboradores por narcotráfico. Uno de los imputados es el general Alcalá, por quien EE.UU. ofrece una recompensa de 10 millones de dólares . El 27, Alcalá se entrega a las autoridades de EE.UU.

Detenido su principal aliado, a Goudreau no le queda más que volver a presionar a sus antiguos aliados, y la firma de abogados VolkLaw manda a Guaidó, Rendón y Vergara un apremio en tono amenazante en el que les reclama 1,5 millones. Según el gobierno interino de Venezuela, esa misiva es prueba de que el mercenario le somete a un chantaje.

Comunicación enviada por el bufete VolkLaw al gobierno interino de Venezuela apremiando al pago de 1,5 millones de dólares por servicios prestados. ABC

Según dice el equipo de Guaidó en su comunicación del viernes, este cree que «la operación fue deliberadamente infiltrada desde la dictadura de Maduro para propiciar un falso positivo, emboscar y masacrar a militares descontentos». Desde su punto de vista, sólo eso explica que una veintena de hombres en dos destartaladas lanchas se atrevieran a acercarse a la costa venezolana con la peregrina misión de llevarse a Maduro esposado.

Tras la desastrosa llegada de la primera barcaza, con ocho muertos ya en su haber, entre ellos el capitán Robert Colina, alias Pantera , Goudreau decidió difundir un vídeo en redes sociales en el que, posando junto al capitán de la Guardia Nacional venezolana Javier Nieto Quintero, se atribuía las incursiones como parte de la « Operación Gedeón cuyo objetivo número uno es la captura de la organización criminal que desafortunadamente dirige los designios de la nación».

Goudreau y Nieto Quintero en el vídeo difundido el domingo donde se atribuyen la llamada Operación Gedeón. ABC

Según él lo cuenta, el mercenario Goudreau ha protegido al presidente de EE.UU . Unas fotos tomadas en Carolina del Norte en octubre de 2018 son prueba de que fue agente de seguridad en un mitin de Donald Trump , pero poco más. Pero según sus interlocutores en la oposición venezolana, Goudreau se vendió como alguien con línea directa con la Casa Blanca, capaz de lograr, en un futuro, el respaldo del propio presidente.

De hecho el miércoles, la televisión estatal venezolana mostró un vídeo con la confesión de uno de los dos estadounidenses detenidos, Luke Denman , en el que responde a la pregunta de quién ordenó esta operación con un nombre propio: « Donald Trump ». Este, sin, embargo, respondió el viernes a esas acusaciones con una advertencia al régimen de Maduro. « Si yo quisiera ir a Venezuela, no lo haría en secreto. Entraría y ellos no podrían resistirse. Se darían la vuelta. No enviaría un pequeño grupo. No, no, no. Sería un ejército. Sería una invasión », afirmó el presidente en Fox News. Su Consejo de Seguridad Nacional ha advertido además al chavismo en contra de represaliar a Guaidó u otros opositores.

Un factor determinante en el inicio de esta fallida operación fue la recompensa de 35 millones que EE.UU. ofreció por Maduro y otros jerarcas del régimen. Según afirma Pedro Mario Burel li , veterano opositor al régimen afincado en Washington, Guaidó se desentendió pronto de este plan que califica de «absurdo». «¿En qué piensa EE.UU. cuando sanciona a Maduro, dice que lo va a sacar, que todas las opciones están sobre la mesa, lo acusa de narcotraficante, le pone un precio de 15 millones y piensa que Guaidó, cuya característica es que es un tipo que parece ser decente y valiente, va a acabar con esto él solo? Es una locura», añade.

Goudreau en un mitin de Trump en Carolina del Norte en 2018. Cspan

A juicio de Juan José Rendón, Goudreau o gente cercana a él estaban haciendo un doble juego que llevó finalmente a «enviar a militares venezolanos engañados a una operación suicida» precisamente «para favorecer al régimen». «No fue dirigida por el presidente Guaidó ni por ningún miembro del gobierno interino», concluye.

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